Para financiar los gastos de campaña de sus candidatos a cargos federales, el INE le dará 863 millones 956 mil 340 pesos a la coalición PRI-PVEM-PANAL, poco más de los 832 millones 851 mil 470 pesos que le entregará a la que conforman el PANPRD-MC. Estos montos casi duplican los 451 millones 358 mil 813 pesos que recibirá la coalición Morena-PT-PES.
A estas cifras multimillonarias será necesario añadir el dinero de origen privado que lícita e ilícitamente obtenga cada coalición para promover la causa de su respectivo candidato. Ojalá que las autoridades electorales y judiciales, a diferencia de lo que ocurrió en pasadas elecciones federales y locales, tengan los instrumentos para detectar los recursos ilícitos y también el ánimo para denunciar penalmente a quienes hayan recibido estos fondos.
Es evidente que la coalición más fuerte, tanto por la dimensión de su organización como por los recursos financieros a su disposición, es la que encabeza José Antonio Meade, seguida muy de cerca por la que tiene a Ricardo Anaya como su candidato. En un lejano tercer lugar está la que tiene a Andrés Manuel López Obrador como su abanderado.
Lo anterior no significa que Meade o Anaya tengan asegurada la victoria sobre AMLO.
El ganador del 1 de julio entrante será aquel candidato que haga el mejor uso de los recursos humanos, materiales y financieros que tenga a su disposición, será el que mejor critique y destruya las propuestas de sus rivales y convenza al público que las suyas son mejores, será el que desarrolle y ejecute el mejor plan de mercadotecnia y comunicación que lo posicione en primer lugar en las preferencias de los posibles votantes, será el que demuestre ser el más perverso a la hora de utilizar las redes sociales para ridiculizar y desprestigiar a sus adversarios mediante la difusión de fake news, memes y mensajes negativos, será el que no confíe en las encuestas que se difunden a través de los medios de comunicación y redes sociales sino en las propias que deberán realizarse de acuerdo con los métodos más sofisticados y costosos, será el que el 1 de julio de 2018 tenga un representante leal e incorruptible en cada casilla electoral del país para prevenir que sus adversarios le roben votos, será el que contrate al mejor equipo de abogados especializados en derecho electoral para que lo represente ante las autoridades y tribunales electorales en el inevitable conflicto legal que lo enfrentará contra sus rivales apenas cierren las casillas el día de la elección.
En resumen, la fuerza de cada coalición no sólo depende de los recursos a su disposición sino de la forma en que los utilicen, lo cual dependerá del talento y creatividad de cada candidato y sus colaboradores. Conforme pasen los días iremos viendo la verdadera fuerza de cada una de ellas.
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