La salud del Presidente

Saltillo, Coahuila / 22 Mayo 2018

Por: Julián Parra Ibarra

La imagen de un Andrés Manuel López Obrador desvaneciéndose durante un discurso frente a una multitud, y siendo tomado de la cintura por una mujer para evitar su desplome, no solamente se volvió viral, sino que volvió a poner sobre la mesa –por el hecho de encabezar la mayoría de las encuestas en la carrera rumbo a la sucesión presidencial-, el tema de la salud del Presidente de la República, que en diferentes momentos ha sido tema de debate en al menos las tres anteriores administraciones.

El tema fue discutido poco antes de la elección intermedia de 1997, cuando el entonces presidente Ernesto Zedillo apareció sorpresivamente en silla de ruedas, luego de someterse a una microcirugía en su rodilla derecha por una lesión que se provocó, presuntamente, jugando tenis.

A los dos años de iniciado su gobierno -2008-, Felipe Calderón apareció con un cabestrillo, y que fue explicado como una fractura en su hombro izquierdo, tras una caída cuando se ejercitaba en bicicleta, aunque muchos en su momento atribuyeron la caída a la supuesta afición a las bebidas alcohólicas, con que ha tenido que cargar el ex Presidente desde su época de líder nacional del PAN, y hasta la fecha.

En la actual administración y a un año de haber iniciado su mandato, Enrique Peña Nieto fue sometido a una cirugía programada de nódulo tiroideo y de la vesícula biliar, y una de las principales voces que se levantó exigiendo incluso la renuncia del Presidente, fue quien hoy es el blanco de los cuestionamientos sobre su estado de salud dadas las grandes posibilidades que tiene de llegar a Los Pinos.

Ya en más de una ocasión hubo quiénes se pronunciaron en reformar la Constitución para crear la figura de Vicepresidente para los casos que estando en funciones, llegara a faltar el Presidente de la República.

En nuestra Constitución está previsto el caso, bajo dos escenarios diferentes: si se da dentro de sus primeros dos años de gobierno, o bien si una eventual muerte o su falta definitiva se da en los últimos cuatro años de la administración.

Al menos en el más reciente siglo, la historia no registra la muerte de algún mandatario mexicano estando en funciones.

El asunto de la salud del Presidente es mucho más serio de lo que pareciera, por eso en muchos existe la preocupación real de conocer las condiciones de salud de quien todo parece indicar, pudiera convertirse en el próximo presidente de México.