05 de Febrero del 2019
Julián Parra Ibarra
Después de los años de la gran violencia en la Comarca Lagunera, los que aquí habitamos quedamos sumamente sensibles ante este tema por lo que, al menor indicio, la inquietud y la angustia vuelven a aparecer porque nadie en su sano juicio desea que esos tiempos regresen a una región que durante varios años –al igual que muchas otras de este país-, vivió secuestrada y presa de los grupos delincuenciales.
Es por ello que –y sin el menor ánimo de provocar alarma-, los focos amarillos se han encendido en el arranque de este año 2019 principalmente en el municipio de Torreón, donde en el primer mes se registraron 16 muertes violentas –‘homicidios dolosos’ se asienta en los documentos judiciales-, y hasta el mediodía de este lunes iban dos en febrero para totalizar 18 en un periodo de 35 días. Como referencia, en el primer mes de este año, en Gómez Palacio y Ciudad Lerdo del lado de Durango, no se registró una sola muerte violenta.
En promedio en el arranque del año Torreón mantiene una muerte violenta cada dos días, lo que no es poca cosa, porque cuando las autoridades empiezan a minimizar los hechos, considerándolos aislados o que son cometidos por gente que viene de fuera y ese tipo de argumentos ya desgastados, los índices se empiezan a incrementar peligrosamente.
Según las autoridades, de las 16 muertes violentas que se registraron en Torreón durante el mes de enero, al parecer fueron por rivalidad delincuencial, pero eso no es ninguna atenuante para que los ciudadanos empiecen a inquietarse. Como dato, 14 de ellas se cometieron por disparos con armas de fuego y las otras dos por estrangulamiento. En relación con el mes inmediato anterior, diciembre de 2018, el número de ‘homicidios dolosos’ se duplicó.
Más por razones políticas que por motivos de seguridad, las autoridades municipales en Torreón han desechado la posibilidad de anexarse al esquema de ‘Mando único’ policial en la entidad. Si bien están encuadrados en ese esquema a nivel regional encabezado por el Ejército, y el cual recibió el reconocimiento del propio presidente Andrés Manuel López Obrador como ejemplo que podría replicarse en otras regiones del país, las autoridades municipales debieran hacer un examen de conciencia de qué es lo que más les conviene a los ciudadanos, y no políticamente a los partidos políticos.
Enero encendió ya los focos amarillos y uno espera que se tomen las medidas adecuadas para frenar esta ola violenta antes de que esto se salga de control, lo que ningún ciudadano torreonense desea que vuelva a ocurrir.