Paz a medias
Israel Mendoza Pérez
@imendozape
Acostumbrada a hacer política a medias, la diputada local, María de Lourdes Paz Reyes, se inscribió al proceso interno de Morena, en busca de llegar a la alcaldía Iztacalco. Sin embargo, sus contradicciones y desapego a la comunidad en esa región de la Ciudad de México, la pintan de cuerpo entero como una aspirante a la que le sobra sed por un cargo.
La legisladora, que se hizo famosa por proponer que se vendieran las cervezas tibias para “a efecto de desalentar su ingesta en ese momento”, dejó su curul para irse a la Procuraduría de la Defensa del Trabajo en la Ciudad de México sin preocuparse por quienes le dieron, en su momento, el voto.
Como fue elegida Consejera de Morena, renunció a la procuraduría y regresó al Congreso de la Ciudad de México para incorporarse a la bancada del Partido del Trabajo, a pesar de que era morenista y haber sido elegida Secretaria General de ese partido en la CDMX.
Paz se ha distinguido por no preocuparse por los habitantes del distrito que representa. Por ejemplo, en Iztacalco, el año pasado la gente sufrió por la falta de agua durante meses, y Paz no apoyó a los iztacalquenses. Después de algún tiempo, mandó algunas pipas, pero lo hizo muy tarde y más para señalar que sí hizo algo, pero al viejo estilo de que piensa en el rédito político.
Otro caso de omisiones ocurrió en febrero cuando escribió en redes sociales que sostuvo una reunión con funcionarios de SACMEX con el fin de llevar a cabo acciones que den una solución inmediata al abastecimiento de agua en la Unidad Santiago Norte. Sin embargo, ya pasaron 10 meses y no ha habido solución al problema. En la colonia Santiago Sur sucedió lo mismo. Es su estilo de tener a medias sus intereses con la ciudadanía.
Entre su trabajo en el Congreso y las labores correspondientes a su cargo como secretaria general, carece de un desempeño adecuado en Iztacalco, alcaldía que pretende gobernar.
La diputada vivió en la colonia Pantitlán con su familia, pero cuando llegó al Congreso de la Ciudad de México se fue a vivir a Coapa. Como buena fifí de closet –como muchos morenistas– se cambió a Coapa, a una alcaldía gobernada por la oposición. Por lo que dejó de tener el contacto que se merece la gente que vota por ella. Por mero cálculo político se cambió de nuevo a Iztacalco pero no para conocer su problemática a fondo, sino para preparar su candidatura al 2024.
Por cierto, para cerrar con broche dorado de que su interés personal está por encima de la responsabilidad como funcionario público es que juega a ser el “plan B” de Armando Quintero, por si no dejan pasar al impresentable de su cuñado Francisco Sánchez. Así, el coto de poder que Quintero Martínez creó en Iztacalco se mantiene cubierto, con uno u otra aspirante, ante los señalamientos y cuestionamientos a su desempeño como alcalde.