Dobleces

Sumas y restas
Israel Mendoza Pérez
@imendozape
La alianza del PAN con el PRI en 2027 se encuentra sobre un prolongado break. Jorge Romero dirigente nacional del partido blanquiazul, descarta alianzas electorales con el PRI en 2027 y 2030. Su postura toma relevancia, debido a la coincidencia, cuando el partido dirigido por Alejandro Moreno se encuentra en un escándalo mediático tras la zacapela con el senador petista Gerardo Fernández Noroña.
El PAN es una oposición histórica, pero no pendenciera. Esa es su ubicación en el espectro político. El zipizape, entre el priista y el petista en el Senado, fue la parte coyuntural de la separación de Acción Nacional, de su aliado político en los comicios de 2024. Aun así, los estridentes manotazos de Alejandro Moreno sirvieron para confirmar que la separación ya era inminente.
Aunque Jorge Romero se modera, lanza la declaración en la que se refleja la polarización en la que está sumido el país por sus propios legisladores. “Es una desgracia, cruzó el umbral y deja mal a todos”, expresa.
En este contexto, el PRI pierde un aliado electoral, perdió los estribos frente a un provocador profesional como Gerardo Fernández Noroña y perdió capacidad de diálogo frente a otras fuerzas políticas. A este escenario de descuidos se suma que en la encuesta de Buendía&Márquez, de agosto, intitulada Rumbo al 2027, revela que el PRI tiene un 53 por ciento de opinión negativa. El dato es demoledor y arrastra a lo adverso a cualquier posible aliado y al mismo partido. Su transitar institucional fue doblegado por la chispa de los golpes y las mentadas.
Por ello es que el mensaje del panista se hace a un año del arranque del proceso electoral de 2027. El PRI y otros partidos entienden el momento político. La “sana distancia” con el PRI y la apuesta por su propio capital político para contender por las 17 gubernaturas, las 500 curules en disputa y la pelea por Congresos locales ponen al PAN en una prueba interna de unidad y trabajo territorial.
Sin embargo, el anuncio –de Jorge Romero–, hecho en Jalisco, en la reunión plenaria de su grupo parlamentario, no es gratuito. Deja abierto el espacio al diálogo a Movimiento Ciudadano, ya que ha sido el partido con el que puede haber cercanía y alianzas locales, pero quizá no de gran alcance nacional. Debido a que el PAN aun apuesta a sus bastiones y el trabajo de sus dirigentes locales.
Para construir una alianza con Movimiento Ciudadano se tenía que hacer un deslinde del partido tricolor, sobre todo en el estado en el que emece cumple siete años al frente del gobierno. Además de que para aliarse, el partido de Dante Delgado tiene que tener la seguridad de que no hay cercanía con el partido al que le guarda un histórico resentimiento. De esa manera sumaría a una alianza.
Esas son algunas de las razones por las que el PAN se desprende del priismo. No fue una fórmula arrolladora en 2024 y, en este momento, el dirigente del PRI resta.