Dobleces

CNDH enreda Teuchitlán
Israel Mendoza Pérez
@imendozape
Los ecos del rancho Izaguirre, de Teuchitlán, rebotan en la CNDH. Ahora, la acusación de Raúl Servín, activista del colectivo Guerreros buscadores de Jalisco, respecto al retiro de protección a sus integrantes, ordenado por Francisco Estrada, secretario Ejecutivo de la CNDH, exhibe, de nueva cuenta el manejo político y de intereses por parte de la estructura de mayor jerarquía en la comisión.
El caso del narcorancho ubicado en Teuchitlán fue una bandera que la presidenta de la CNDH, Rosario Piedra, abrazó el 8 de abril, y en un conversatorio con los buscadores, “reiteró el compromiso de este organismo nacional para acompañar los esfuerzos realizados por el colectivo ‘Guerreros Buscadores de Jalisco’”.
Tres meses después, Estrada Correa hace el trabajo con sus modos y sus formas y a decir de Raúl Servín, el funcionario dio la orden de quitarles la protección conseguida a raíz del descubrimiento del campo de horror y por la que han recibido amenazas. El caso del narcorancho se acerca al olvido en la agenda de la CNDH, como ocurrió con los padres de los 43 estudiantes Normalistas de Ayotzinapa, al desaparecer la Oficina Especial con la llegada de la administración Piedra-Estrada.
Incluso, para el fin de semana ni en la secretaría de Gobernación se conocía la desprotección a la que ahora se sometió a los activistas de Jalisco desde un organismo encargado de la protección, de este tipo de causas.
Y es que rancho Izaguirre es un nuevo conflicto para la CNDH, gracias a Francisco Estrada. No se trata solo de desatender al colectivo de “Guerreros Buscadores de Jalisco”, sino que al interior, el exquinto visitador, Raúl Ramírez amenazó, vía la red social de X el 26 de mayo, que “en próximos días daré mi versión del rancho Izaguirre, de la atrocidad que ahí encontré, tengo fe pública y el expediente que me quitaron y se lo dieron a la 6 VG está foliado, así que no se le pueden arrancar hojas”.
Sin embargo, el mismo 8 de abril, Raúl Ramírez presumió que existe la instrucción, por parte de la presidenta de la CNDH, de solidarizarse con todas aquellas personas que han sufrido la desaparición de un ser querido y, en ese sentido, dijo, la próxima inauguración de la Oficina Regional en el estado de Jalisco permitirá estar más cerca de las víctimas y brindarles un mejor servicio.
Aunque, los conflictos entre Estrada y Ramírez crecieron a lo largo de la estancia de Raúl Ramírez, al frente de la Quinta Visitaduría, al grado de que ahora el caso de Teuchitlán tiene dos caras hacia el exterior por parte de la CNDH. Por un lado, la presidenta Rosario Piedra expresó apoyo a los buscadores y Estrada les dio la espalda.
La CNDH se encuentra en una situación de debilidad frente a colectivos. Lo que se busca es que sean afines al proyecto político del régimen, de lo contrario se toman medidas de desatención. El caso Teuchitlán tiene dos frentes, el que se abrió a través de Raúl Ramírez y su verdad, y el de los buscadores sin seguridad. El común denominador es Francisco Estrada, en ambas situaciones tiene su estilo personal.