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3 de junio de 2025
Opinión

Dobleces

Dobleces
  • junio 2, 2025

Alrededor de Martín Esparza, sempiterno dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), hay una oposición ficticia encabezada por Pablo Rodríguez Álvarez y Hugo Ortega Comesaña, ambos, en su momento fueron del círculo más íntimo al, ahora, empresario-líder sindical. Al quedar fuera del comité se envolvieron en la bandera opositora, pero hay más sospechas de su afinidad al poder y menos fuerza en sus acciones por derrocar al inamovible dirigente. En las diversas facciones que conforman la disidencia del SME hay sospecha e incluso desconfianza por parte de Rodríguez Álvarez y Ortega Comesaña a los que se le considera una oposición comprada o en los términos más amables, cómoda. Nada más riesgoso para una disidencia que la existencia de felonías. Las onerosas liquidaciones de ambos, producto de la política zalamera aplicada sobre Martín Esparza les redituó. Por ello es que desconfían de sus comunicados y cartas enviadas a diferentes secretarías. El juego de Esparza es tener disidencias que hagan lo que no puede hacer de manera formal. Buscar información o detalles de las investigaciones que hay en dependencia sobre los malos manejos del sindicato electricista. Y es que, hasta el momento, Rodríguez Álvarez y Ortega Comesaña, no han presentado denuncias en contra del dirigente sindical, ello es lo que aumenta la desconfianza de su trabajo opositor. Les resta credibilidad al exterior con los demás grupos críticos a las decisiones de Esparza Flores. Tampoco usan documentación de la que tuvieron acceso para armar un expediente para las autoridades. El caso más sonado y que la oposición es el que tienen analizado por distintos aspectos es desde que, en 2015, la Generadora Fénix, creada por el SME en asociación con la trasnacional portuguesa Mota Engil, se ha dedicado a crecer su negocio, pero en un esquema de opacidad y cifras maquilladas. Mientras se espera presentar denuncias por parte de los opositores, los exintegrantes del círculo de Esparza hacen llamados tímidos. El uso de oposiciones ficticias es un modelo explorado por dirigentes sindicales como el fallecido Carlos Romero Deschamps, en el sindicato petrolero. Sus malquerientes presentaban denuncias, llevaban a cabo movilizaciones afuera de las oficinas del sindicato, pero sin trascendencia. A Esparza Flores le han encontrado “irregularidades” durante su gestión, entre ellas que ha dispuesto “ilegalmente” de bienes del sindicato para su empresa privada. Además de convertir en un “tianguis” los alrededores de la sede sindical. Lo que le ha ayudado es que mientras tenga control del sindicato e influencia con opositores se mantendrá al frente del SME, a final de cuentas es juez y parte en los conflictos del propio sindicato. La dirigencia de Esparza Flores está marcada por una serie de eventos que van desde chantajes, opacidad y bloqueo a la oposición interna. Su talante autoritario se debe a las voces sibilinas que, en la torre del sindicato ubicada en Insurgentes Centro 98, le recuerdan que “abrir” paso a un proceso democrático sería riesgoso porque saldrían a flote las acusaciones formales y los arreglos económicos extraoficiales de su dirigencia, por eso tiene oposiciones ficticias.