Dobleces

Silencio y complicidades
Israel Mendoza Pérez
@imendozape
El caso del narcorancho Izaguirre le estalló a Jorge Álvarez Máynez, coordinador nacional de Movimiento Ciudadano. La detención del alcalde de Teuchitlán, José Ascensión Murguía Santiago, era inminente. Su silencio funesto y la negativa a pedir licencia al cargo, en el momento más álgido de la situación en su municipio frente a los colectivos de buscadores y luego la intervención de la FGR, lo llevaron a ser la autoridad con más tiempo en el cargo y con más sospechas.
Jorge Álvarez Máynez tiene al interior del partido naranja a un personaje torvo frente a una gran tragedia y la complicidad política de la estructura de un partido nacional que gobierna la entidad. Movimiento Ciudadano está a un paso de ser parte de la “narcopolítica”.
El munícipe emanado de las filas de Movimiento Ciudadano, José Ascención Murguía Santiago, lleva tres periodos como presidente municipal de esta región, en los últimos 15 años. Su primer periodo fue de 2012 a 2015 y las subsecuentes son: 2021-2024 y 2024-2027. La sospecha sobre él ronda por su permanencia en un cargo y no aspirar a otra posición. En esa tesitura, las redes de complicidades y acuerdos turbios crecieron y lo llevaron a los señalamientos de las autoridades.
Y es que, desconocer o ignorar la existencia del narcorancho es una omisión política y de seguridad tras los hallazgos que llevaron a cabo los colectivos de madres buscadoras. A esto, el silencio de Álvarez Máynez lo involucra políticamente y derrumba sus aspiraciones de presentar un partido alternativo. Su liderazgo está en duda, de nueva cuenta.
El caso del alcalde de Tuchitlán no es nuevo en la agenda del partido fosfo-fosfo. En 2024, circuló en redes sociales el video del desfile de agradecimiento que organizó la alcaldesa de Coalcomán, Anavel Ávila Castrejón, a Nemesio Oseguera ‘El Mencho’, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que presuntamente le envió juguetes a las niñas y niños del municipio como regalo por las fiestas decembrinas. El silencio de Máynez fue perturbador.
El encubrir a alcaldes emecistas, aunque sea políticamente, es a lo que se ha dedicado Jorge Álvarez Máynez desde que asumió el cargo de coordinador nacional del partido de Dante Delgado.
De no intervenir la FGR, en el caso Teuchitlán, el encubrimiento entre autoridades locales alcanzaría niveles escandalosos y vivirían en la opacidad total. La primera señal de que el camino era tapar a los emecistas derivó en la propuesta del fiscal de Jalisco, Salvador González de los Santos quien propuso que en conjunto con el gobierno Federal, se instale una “comisión de la verdad”, a fin de dar certeza y confianza en los resultados de las investigaciones.
Sin embargo, Jorge Álvarez Máynez tiene, en Jalisco, un partido sumido en el escándalo por la detención del alcalde Murguía Santiago. Esta crisis es el ejemplo más claro de que el partido solo funciona bajo la tutela del patriarca Dante Delgado.
El excandidato presidencial, habilitado como líder, es complaciente con personajes oscuros y el primer afectado es el gobierno de Pablo Lemus. El partido naranja no funciona en el estado ni con su dirigencia nacional y local. No es un “fuego amigo”. Es la simple incapacidad de Álvarez Máynez de dirigir al partido y guardar silencio cuando se dio a conocer la existencia del narcorancho en tierras gobernadas por emece.