Dobleces

Aberraciones del PT

Israel Mendoza Pérez

@imendoza

La búsqueda de talentos para la cuatroté de Alberto Anaya, dirigente septuagenario del PT, lo llevó a Coahuila desde hace un par de años, sin embargo, su selección de personal, en esa región, termina inevitablemente en un fiasco.

El objetivo de Anaya es quitarle al PRI, en un par de años, la dominación política de ese territorio. Sin embargo, sus movimientos no dan los resultados esperados por la única fórmula de trabajo que conoce: le debe redituar. Primero o económico y luego lo político.

Entre los talentos del chasco fichados por Alberto Anaya se encuentran, el ahora diputado federal y candidato perdedor a la gubernatura Ricardo Mejía Berdeja y el extravagante empresario-diputado Antonio Flores Guerra. En ambos casos, sus propuestas van en contra de los ideales de Morena.

En 2022, Mejía Berdeja fue la cara de choque contra Morena por el gobierno de Coahuila. Esa era la propuesta sólida de Alberto Anaya. El 24 de mayo, en sus redes sociales, el fundador del PT señaló: Nuestro candidato Ricardo Mejía Berdeja, amigo y compañero de lucha de décadas, ha estado a la altura de las circunstancias. Sostenemos que representa la única oportunidad de tener un gobierno en Coahuila que trabaje en beneficio de la ciudadanía”.

Ahora, la excentricidad del empresario-diputado Antonio Flores Guerra, vuelve a confrontar a Morena con el Partido del Trabajo. Todo permitido y amparado por Alberto Anaya. El escándalo llegó hasta la mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum.

Y es que, Tony Flores se volvió político por conveniencia y por negocios. Al menos, el año pasado obtuvo 3 mil 623 millones de pesos en contratos de compra de carbón con la CFE, todas las empresas relacionadas con la familia Flores Guerra se encuntran ligadas.

Ambos personajes, son lo opuesto a la cuatroté. Pero se incrustaron en el movimiento por conveniencia política de Anaya. Berdeja rompió con Morena. Flores es el personaje menos austero del Congreso. Sin embargo, todo pasa por sus manos. No hay más decisiones que las de él a nivel del partido y quiénes son sus candidatos. Los resultados ahí están.

El diputado local, también conocido como El Rey del Carbón, mantiene contratos millonarios con la CFE, algunos obtenidos sin licitación según investigaciones periódicas, por la venta de carbón que extrae de minas de la región en las que, como se ha documentado, las condiciones de trabajo son más que precarias.

En este enredo, el PT nacional mantiene el control del partido hasta en las dirigencias estatales. Por ello es que no hay controles ni líneas de trabajo que se ajusten en cada entidad. Ahora, ni filtros para detener el arribo de personajes torvos, como los promovidos por Anaya Gutiérrez.

Los recientes conflictos de interes económicos e ideológicos de Tony Flores son la muestra clara de esa insistencia de Anaya por sumar a sus filas quien deje beneficios a su dirigencia. Y el resultado son aberraciones para un gobierno del pueblo.