Convicciones

La Presidenta y sus episodios cantinflescos
Rubén Aguilar Valenzuela
El gran cómico mexicano Mario Moreno (1911-1993) creó el personaje Cantinflas, que se caracterizó por su manera de comunicarse y dio lugar a que en la lengua española se creara el verbo “cantinflear”.
En el de Diccionario de la Lengua Española “cantinflear” se define como: “Hablar o actuar de forma disparatada e incongruente y sin decir nada”.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, en las comparecencias mañaneras cada vez cantinflea más, en el sentido de hablar “sin decir nada”.
Hoy día la comparecencia mañanera está coordinada por Jesús Ramírez, que desempeñaba esta misma tarea en el gobierno del presidente López Obrador (2018-2024).
La mayoría de los periodistas que asisten a esta reunión, que representan a medios prácticamente desconocidos, son afines a Morena o están a sueldo, de distintas maneras, de presidencia de la República.
Las preguntas que estos hacen a la presidenta, en la gran mayoría de los casos son a modo, para que esta se luzca o incluso son francos elogios a su gestión.
Frente a estas preguntas, la presidenta no tiene ningún problema en responder y luce serena y sus intervenciones son pausadas y bien estructuradas.
Son muy pocos los periodistas que asisten a este evento mañanero que no forman parte de este grupo y son los que hacen las preguntas propias de un profesional del periodismo.
La presidenta se incomoda ante estas preguntas y suele contestar con mucha frecuencia con las frases “no es cierto” o “no sé”, para evadir las respuestas.
Y es también común, cada vez más, que cantinflee, imitando al gran Mario Moreno, para no decir nada. De mi análisis de las comparecencias mañaneras esto ocurre en los siguientes casos.
De manera general cuando los periodistas profesionales le preguntan por temas que a ella le resultan incómodos y sobre los cuales no quiere pronunciarse, porque implicaría reconocer lo que precisamente no quiere aceptar.
Tendría que reconocer, entre otras cosas, que en su gobierno hay corrupción, que hay muchas áreas de su gestión que tiene grandes atrasos, como la salud, la educación y la seguridad, o que la economía no crece y aumenta el desempleo formal.
Y de manera particular cuando se le cuestiona sobre los resultados de la gestión de López Obrador, por problemas que hoy existen en su gestión, de temas de seguridad, sobre actos de corrupción de funcionarios públicos y militantes de Morena y de la relación con el gobierno de Estados Unidos.
A partir de la manera de responder ante estos temas, lo más probable es que la presidenta cada vez va a cantinflear más, para no decir nada y nunca contestar las preguntas incómodas, que van al centro de las fallas de su gestión, que no quiere reconocer.
La presidenta cantinflea sin gracia, de manera rígida, y revela molestia y tensión. Lo más “barato” y honrado ante esos cuestionamientos sería dar respuesta directa a las preguntas y no evadirlas. La evasión es muestra de debilidad y reconocimiento de culpa.
@RubenAguilar