Convicciones

El papa León XIV fija su postura a favor del cambio
Rubén Aguilar Valenzuela
El papa León XIV, desde su primera aparición pública en el balcón de la basílica de San Pedro ha dejado claro, por si alguien tenía dudas, que seguirá el proceso de cambio de la Iglesia que impulsó su antecesor, el papa Francisco.
En la iglesia hay un sector de obispos, arzobispos y cardenales conservador y ultraconservador, que sólo representan 20% del total y fue el grupo que siempre estuvo en desacuerdo con el papa Francisco y en ocasiones, sobre todo en Estados Unidos, lanzaron campañas en su contra.
En los mensajes de todas las primeras apariciones públicas ha reiterado que el cambio va a seguir, al tiempo que deja también en claro, con su forma de ser, que lo hará a su manera, con su propio estilo. En estos eventos su objetivo ha sido que quede claro que no hay marcha atrás.
De las doce intervenciones públicas que ha tenido, a partir de que asumió el papado al día de hoy, tomo como ejemplo el mensaje del 10 de mayo al Colegio Cardenalicio. Ahí manifiesta su admiración por el papa Francisco que: “con su estilo de total dedicación al servicio y de sobria esencialidad de vida, de abandono en dios durante el tiempo de la misión y de serena confianza en el momento del retorno a la casa del padre. Recojamos esta valiosa herencia y retomemos el camino, animados por la misma esperanza que nos viene de la fe”.
A los cardenales les dice: “quisiera que renováramos juntos, hoy, nuestra plena adhesión a ese camino, a la vía que desde hace ya decenios la iglesia universal está recorriendo tras las huellas del Concilio Vaticano II. El papa Francisco ha recordado y actualizado magistralmente su contenido en la Exhortación apostólica Evangelii gaudium”.
Y de esta subraya notas fundamentales: “el regreso al primado de cristo en el anuncio; la conversión misionera de toda la comunidad cristiana; el crecimiento en la colegialidad y en sinodalidad; la atención al sensus fidei, especialmente en sus formas más propias e inclusivas, como la piedad popular; el cuidado amoroso de los débiles y descartados; el diálogo valiente y confiado con el mundo contemporáneo en sus diferentes componentes y realidades”.
Afirma, que “al sentirme llamado a proseguir este camino, pensé tomar el nombre de León XIV. Hay varias razones, pero la principal es porque el papa León XIII, con la histórica Encíclica Rerum novarum, afrontó la cuestión social en el contexto de la primera gran revolución industrial, y hoy la iglesia ofrece a todos su patrimonio de doctrina social para responder a otra revolución industrial y a los desarrollos de la Inteligencia Artificial, que comportan nuevos desafíos en la defensa de la dignidad humana, de la justicia y el trabajo”.
Es evidente que los cardenales, se ha filtrado que más de 100 lo eligieron papa, quieren que el cambio continúe. Los sectores más conservadores han quedado relegados. Y en la medida que avance el pontificado del nuevo papa estos cada vez serán menos. Podrán hacer ruido, tienen recursos financieros, pero en los hechos tendrán menor peso dentro de la iglesia católica. Este cambio en la correlación de fuerzas es uno de los muchos logros del papa Francisco.
@RubenAguilar