Convicciones

La guerra en la frontera sur
Rubén Aguilar Valenzuela
En 2022 se incrementó la guerra abierta por el control de la frontera México – Guatemala entre los grupos criminales del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y del Cártel del Pacífico (CP).
La guerra contempla como objetivo central ampliar el espacio de su dominio territorial, para hacerse del control de las rutas comerciales, el control del trasiego de drogas que vienen desde Sudamérica y la extorsión a los migrantes, que caminan hacia Estados Unidos.
El frente de guerra se extiende en los 965 kilómetros que tiene la frontera entre México y Guatemala, pero esta se concentra en la frontera de Chiapas y los departamentos de Huehuetenango y San Marcos. En buena parte una zona selvática cruzada por grandes ríos. La disputa entre estos dos grupos criminales ocurre en ambos lados de la frontera.
Un alto mando en ese entonces en activo me dijo que a lo largo del sexenio del presidente López Obrador (2018-2024) tuvieron prohibido enfrentar a
estos grupos criminales.
Y que la no actuación del Ejército incrementó la intensidad de la disputa entre el CJNG y CP y el consecuente avance en el control territorial. La
guerra que inicia en 2022 continúa al día de hoy y ha surgido un nuevo competidor, el Cártel México – Guatemala (CMG). Ahora la guerra es entre tres.
Se sabe que el CJNG y el CP están asociados con grupos criminales locales que operen en Guatemala.
Entre los estudiosos de esta realidad se afirma que cada uno cuenta con siete de estos aliados. Es una relación de ya muchos años, que se ha
incrementado a partir de la disputa abierta por el control de la frontera.
En 2024, el enfrentamiento se extendió a la frontera entre el estado de Chiapas y Tabasco, pasó obligado de la mercancía, las drogas y los migrantes. En algunos municipios de estos estados controlados por los grupos criminales todos los días hay toque de queda de las 19.00 a las 6.00 de la mañana del día siguiente.
Al día de hoy y de manera cotidiana, la fuerza de estos tres grupos criminales se ve como mejor organizada y con mayor poder que las fuerzas de las policías estatales y también federales. Altos mandos del Ejército me han dicho que la única posibilidad de recuperar el territorio, para que pase al real control del Estado Mexicano pasa por una acción de fuerza.
Y añaden que los grupos criminales bajo ninguna circunstancia van a entregar el territorio que han conquistado y sobre el cual mandan. La Iglesia católica local en repetidas ocasiones ha denunciado que los grupos criminales tienen bajo su control amplios territorios del estado de Chiapas. Al día de hoy de parte del gobierno estatal y federal no se ha dado a conocer si hay la voluntad política de recuperar el control del territorio. Por lo pronto está en menos de los grupos criminales.
@RubenAguilar