Con esos amigos...

Finalmente se concretó lo que todos sabíamos y sólo los protagonistas se negaban a creer, Guillermo Anaya Llamas le arrebató la candidatura a su “amigo”, Jesús de León Tello para el Senado de la República.

Se dio a conocer que la Comisión Permanente del Comité Nacional del PAN tomó la decisión de postular al ex candidato a la gubernatura de Coahuila, Guillermo Anaya Llamas; y a la ex jefa de gabinete en Saltillo, Esther Quintana Salinas. Quedaron volando el exdiputado local, Jesús de León Tello, y la diputada federal con licencia, Karla Osuna.

Chuy no está molesto sino triste por la noticia, pues estaba seguro de que sería el postulado. Tan acongojado se encontraba desde el martes por la noche cuando comenzó a circular la información, que prefirió no recibir llamadas salvo alguno que otro mensaje por WhatsApp que contestó de manera breve y fría.

Reconoce que no fue el elegido pero sigue cuestionando porqué se tomó esa decisión si era el mejor perfil y el más competitivo.

El que tampoco responde las llamadas es Memo Anaya, sabe que hizo mal y que su necedad por seguir beneficiándose no sólo del fuero constitucional sino viviendo de recursos públicos le han ido restando amigos.

Aferrado a los reflectores Memo ha vivido por años del presupuesto público y no tiene intención de detenerse.

Por seis años fue el compadre del Presidente, Felipe Calderón Hinojosa, y eso le dejó cierto poder y relaciones con las cúpulas nacionales, aunque las ha ido perdiendo y muestra de ello es que en esta ocasión no le cedieron la candidatura plurinominal sino la de mayoría, así que tendrá que ganarse el voto de los coahuilenses.

Por asuntos políticos Memo perdió la amistad de José Ignacio Maynes, Luis Gurza y Fernando Simón Gutiérrez, por cierto, todos allegados actualmente al Gobernador Miguel Riquelme, su contrincante en la pasada contienda.

“Chuy” era el último de sus amigos, hablando políticamente, porque al parecer es otro que se alejará del lagunero. Recordemos que De León Tello al inicio de su aspiración declaró, “Memo es mi amigo y comprometió su palabra de caballero a que apoyaría mi candidatura al Senado”, dijo el ex legislador.

Pues ni amigo ni caballero, Memo no tiene palabra tiene ambiciones y no le importa pasar sobre sus amigos si así obtiene lo que busca.
No dude que en campaña comience a padecer el “fuego amigo” de aquellos que lo acompañaron por años y que ahora decepcionados de su actuar empiecen a balconearlo con los oscuros secretos que han recopilado durante años.