Con-ciencia y sin corbata
Cuando el marcador da vuelta y tú también
Emiliano Calvert
Hoy fue de esos días donde los comebacks no solo pasan en la televisión, sino que dejan una lección para lo que vivimos entre cafés pendientes, mails sin contestar y esa vocecita interna que dice “ya no aguanto más”. Veamos cómo los Cowboys y los Chiefs nos enseñaron algo:
Los Cowboys: el bajón y la chispa
La historia de los Dallas Cowboys: empezaron mal. Perdiendo 21-0. El marcador no era apocalíptico, pero lo era lo que significaba: una caída en ritmo, una defensa que no respondía, un equipo que parecía perderse.
Y derrepente:
- Estaban abajo temprano, lo que crea presión, lo que genera “¿por qué me dormí en el partido?”.
- Luego, aparecieron jugadas grandes: una recepción de 48 yardas de CeeDee Lamb, recortes, velocidad.
- Y esa chispa: un equipo que decide que no va a entregar el juego.
A la vida real:
¿Te ha pasado que estás abajo en tu proyecto (laboral, personal, académico) y te sientes que ya no importa? Esa es la fase del “tercer cuarto”. Lo importante no es arrancar ganando, sino si decides volver al juego.
Cuando alguien dice: “No importa que me hayan superado, aquí estoy para cambiar el guion” ahí se convierte el marcador.
En tu vida: cerrar esos pendientes, levantar ese mail que dejaste “para mañana”, volver a hablar con quien dejaste de hablar. Eso es moverse de los 14 puntos abajo al “todavía puedo”.
Los Chiefs: del atasque al triunfo en tiempo extra
Los Kansas City Chiefs hicieron algo parecido pero con más dramatismo. Frente a los Indianapolis Colts estaban abajo 11 puntos en el cuarto cuarto. El ataque estaba trabado, las penalizaciones se acumulaban, parecía que el barco se hundía. Pero lo que hicieron:
- Patrick Mahomes lanzó para 352 yardas, su mejor cifra de la temporada.
- Rashee Rice atrapó 8 pases para 141 yardas, incluyendo dos claves en la serie del empate.
- Y en tiempo extra, Harrison Butker hizo un field goal de 27 yardas para ganar.
Lo que había sido un “esto ya está perdido”, se transformó en triunfo.
A la vida real:
A veces estamos atascados, como el ataque de los Chiefs: mucho ruido, poco avance, penalizaciones propias (sí, los errores cuentan). Pero ocurre la magia cuando:
- Llevas la pelota 352 yardas (metafóricamente: trabajas mucho).
- Tu aliado atrapa 141 yardas (metafóricamente: colaboras, pides ayuda, dejas que alguien fuerte te dé un pase).
- En el “tiempo extra” de tu vida (ese lunes, ese mes, ese momento post crisis) haces el tiro que define: una decisión, un cambio, un “ahora sí”.
¿Y qué tiene que ver esto contigo?
Mucho. Porque tanto los Cowboys como los Chiefs nos dicen hoy: los comebacks son para quienes se rehacen, no para quienes nunca cayeron. Y en la vida real:
- Tu “marcador abajo” puede ser esa relación que se enfrió, ese proyecto que quedó congelado, o esa rutina que te atrapó.
- Tu “cambio” puede ser levantar la cara, escribir ese correo, pedir ayuda, volver al gimnasio, escribir el blog que tienes abandonado (¡tú que quieres escribir!).
- Tu “victoria” no es necesariamente ganar un premio, sino volver a verte a ti mismo como protagonista, aun cuando muchos ya te daban por perdido.
En Fin…
Si algo dejaron claro los Cowboys y los Chiefs hoy es que los partidos no se ganan con discursos, sino con oficio. Con la capacidad de ajustar cuando ya te metieron al lodo, de dejar de justificarte y volver a hacer lo que funciona. Y esa es la parte incómoda: nadie te va a celebrar esas decisiones pequeñas que te regresan al marcador… pero son las únicas que valen. Así que la próxima vez que sientas que estás perdiendo por dos posesiones, recuerda lo de hoy: no necesitas drama, solo dejar de regalar jugadas. El resto (la remontada, el aplauso, el “cómo le hiciste”)siempre llega después. Cuando ya hiciste lo que tocaba.
