Camino a Valinor
Censura bajo la toga
¡Hola! Muy buenos días, tardes o noches, dependiendo la hora en que me lean.
Campeche no solo es ahora un referente de zonas arqueológicas o petróleo. Hoy, bajo el mandato de Layda Sansores, se ha convertido en símbolo de algo mucho más oscuro: la censura previa disfrazada de justicia.
El caso del periodista Jorge Luis González Valdez debería escandalizar a cualquier demócrata. Una jueza ordenó que él y su medio “Tribuna de Campeche” deben someter a revisión judicial todo lo que pretendan publicar sobre la gobernadora. Literalmente: un “interventor” deberá aprobar previamente cada línea, imagen o comentario. Eso, en México, en 2025.
Estamos ante la violación directa del Artículo 7 constitucional, que prohíbe expresamente la censura previa. Pero no solo eso: se atropella también el derecho a la libertad de expresión, el derecho a informar y ser informado y el principio de rendición de cuentas pública.
Alegar “violencia política de género” o “incitación al odio” como justificación para acallar voces incómodas sienta un precedente nefasto: si hoy se castiga al periodista, mañana se calla al caricaturista, al activista, al ciudadano que cuestione al poder.
Esto no es izquierda. No es democracia. Es autoritarismo con maquillaje progresista. Y peor aún, es una advertencia disfrazada de sentencia judicial: cuidado con lo que dices, cuidado con a quién criticas.
Que la justicia haya decidido colocarle un bozal legal a un medio y a un periodista de más de 70 años, como si fueran enemigos del Estado, nos habla de un sistema donde el poder no tolera ni siquiera el eco de la disidencia. ¿De verdad así quieren convencer al país de que luchan por los derechos? ¿Callando al que opina distinto?
Los gobiernos autoritarios se construyen de esta forma: no con tanques, sino con togados serviles, mordazas disfrazadas de legalidad y una opinión pública intimidada. El silencio no es paz; es miedo.
Hoy es Campeche. Mañana puede ser en tu estado, en tu comunidad, en tu medio. Defender a González Valdez no es defender a un individuo, es defender la posibilidad de seguir hablando, escribiendo y cuestionando sin pedir permiso.
Saludos a todas y a todos y por aquí nos vemos la próxima semana.
José Inocencio Aguirre Willars
