Camino a Valinor

¿Por qué nos cerraron la frontera?
Por: José Inocencio Aguirre Willars
¡Hola! Muy buenos días, tardes o noches, dependiendo la hora en que me lean.
En este mismo espacio, hace ya algunos meses, escribí acerca del fenómeno que se está haciendo común en las carreteras y cruces fronterizos de nuestro estado. Una vez que el calor disminuye y se vuelve más transitable el caminar por el agreste desierto de Coahuila, cientos, miles de migrantes pueden verse por los caminos del estado buscando llegar a consumar el sueño americano.
Cada día, quienes manejan por la 57, tienen el riesgo de literalmente arrollar a una familia completa de personas, con niños y bebés de brazos incluidos, personas que han caminado cientos de kilómetros, buscando en el camino agua, comida y alojamiento en su trayecto a la frontera con los Estados Unidos.
Hoy en día, más de 13 mil personas se encuentran bajo el puente entre Piedras Negras y Eagle Pass, buscando cruzar la frontera. Dicha situación generó que las autoridades del país vecino decidieran cerrar, prácticamente por completo, el paso de personas, vehículos y ferrocarriles entre ambos países. Actualmente solo existe un carril de acceso y los tiempos de cruce superan las 12 horas.
El cierre de la frontera ha afectado significativamente el comercio entre ambos países. Piedras Negras y Eagle Pass son ciudades vecinas que han desarrollado una estrecha relación comercial a lo largo de los años. El cierre de la frontera ha puesto en peligro los empleos de muchos trabajadores que dependen del comercio transfronterizo. Pequeñas empresas locales se han visto especialmente afectadas, ya que han perdido clientes y han experimentado una disminución en sus ingresos, particularmente en estas fechas. Las exportaciones e importaciones están detenidas, generando pérdidas millonarias para ambas economías.
Asimismo, el cierre de la frontera ha generado un impacto negativo en el turismo de ambas ciudades. Piedras Negras es conocida por sus atractivos turísticos, Eagle Pass, por su parte, cuenta con diversos casinos y tiendas libres de impuestos que atraen a turistas de México. Los hoteles y restaurantes han experimentado una baja en sus ventas, y muchos trabajadores han perdido sus empleos debido a la falta de visitantes.
Por otro lado, el cierre de la frontera ha tenido un impacto directo en los migrantes que se encuentran en la zona. Muchos de ellos huyen de la violencia y la pobreza en sus países de origen, buscando una oportunidad de una vida mejor. Sin embargo, el cierre de la frontera los ha dejado varados en una situación de incertidumbre y desesperación. Muchos de ellos se han visto obligados a buscar refugio en albergues improvisados o a dormir en las calles, sin acceso a servicios básicos como alimentos y salud.
Además, el cierre de la frontera ha dificultado el proceso de solicitar asilo en Estados Unidos para aquellos migrantes que cumplen con los requisitos legales. Muchos de ellos han tenido que esperar durante largos períodos de tiempo en los cruces fronterizos, expuestos a condiciones inhumanas y peligrosas. Esta situación ha generado una crisis humanitaria, que requiere respuestas inmediatas y efectivas por parte de las autoridades estadounidenses y mexicanas.
Este tipo de situaciones jamás se habían vivido en nuestro estado, mi pregunta es: el gobierno federal de MORENA ¿estará propiciando que el flujo de migrantes circule precisamente por los estados que han sido incómodos para su administración? Yo, no tengo pruebas, pero definitivamente, no tengo dudas al respecto.
Saludos a todas y a todos y por aquí nos vemos la próxima semana.