A la báscula
Otra vez el agua
Julián Parra Ibarra
El presidente de los Estados Unidos es un tipo nefasto y perverso, es un aguafiestas que disfruta hacer daño a los demás, por el simple hecho de hacerlo. Hace apenas unos días se deshizo en elogios hacia Claudia Sheinbaum y el papel que México está jugando en la relación bilateral, y este lunes ya lanzó su siguiente misil, un dardo envenenado con la amenaza de imponer un arancel de 5 por ciento a nuestro país, con el argumento de que se ha incumplido con el Tratado de Aguas, que data de 1944.
Según Trump, México ha violado el tratado de aguas entre ambos países, acusando que nuestro país adeuda la entrega de más de 986 millones de metros cúbicos, y exige que antes de que termine el año, se les deben de trasvasar 246 millones de metros cúbicos. El resto, lo más pronto posible y si se puede antes, mejor.
Dicen los que saben que la deuda que según Trump tiene México con Estados Unidos, es superior al volumen de almacenamiento del Sistema Cutzamala, que tiene una capacidad de 782 millones de metros cúbicos.
El gobierno mexicano a través de Roberto Velasco, encargado de despacho de la SRE, ha dicho que México está actuando conforme a lo establecido por el Tratado que data de 1944. En su cuenta de ‘X’ recordó que, “en escenarios de sequía extraordinaria, el propio instrumento permite cubrir en el ciclo siguiente los volúmenes faltantes de un quinquenio”, y subrayó que, “la instrucción es avanzar hacia un acuerdo que permita una distribución justa del agua, garantizando en todo momento el derecho humano a este líquido, tal como lo indica nuestra Constitución, y atendiendo las limitaciones actuales de infraestructura y disponibilidad”.
De manera virtual, funcionarios del gobierno mexicano iniciaron las negociaciones con sus pares norteamericanos para dar solución a este nuevo diferendo. Simple y sencillamente México no puede pagar lo que reclama Trump porque, diría el dicho mexicano: debo no niego, pago no tengo. Y México no tiene esa disponibilidad de agua para saldar el adeudo. Así de simple.
Y mire lo que son las cosas, el mismo elemento –el agua-, como centro de conflictos internos –el gobierno mexicano tratando de despojar de sus derechos de agua a los productores del campo mexicano, principalmente a los del sector social-, y externos ahora con el gobierno de Estados Unidos. Aunque la reacción con unos es de palo y garrote, y con los otros ya veremos si no es de sumisión disfrazada de ‘colaboración’, porque México ‘no es colonia ni protectorado de nadie, somos un país, libre y soberano’.
X= @JulianParraIba
