A la báscula

Retrato de Durango
Julián Parra Ibarra
Dice el lugar común que tengas cuidado con lo que deseas porque se te puede hacer realidad, y hay un gobernador ‘gigante’ que desea que se habla de él, bien o mal, pero que se hable, que porque toda la publicidad es buena. Como lo dijo muy públicamente, bueno pues cada vez más gente le toma la palabra, además porque da muchos motivos, razones y argumentos para que se hable de él, pero siempre mal porque, aunque uno quisiera ayudarlo, no hay forma, no se deja.
En su columna ‘República H’ en un diario de circulación nacional, la periodista Sofía García nos regala un retrato del Durango de este momento, y del ‘gigante’ que cada vez se viene achicando y ya empieza a parecer ‘enano’.
Destaca que “Mientras el gobernador Esteban Villegas presume “reactivación” y cifras alegres en conferencias, los empresarios duranguenses enfrentan otra realidad: cuatro de cada diez tendrán que endeudarse para poder cerrar el año. No para crecer, sino para pagar nómina y aguinaldos. Es el retrato de una economía que se quedó sin oxígeno”.
Subraya que la parálisis del poder político se volvió el sello de esta administración, incapaz de entender que cada día que pasa sin medidas de apoyo del gobierno estatal, se traduce en despidos, cierres y endeudamiento como está pasando.
El riesgo de desempleo masivo es real, menciona, y detalla: Durango tiene una población económicamente activa de 873 mil personas, de las cuales 30 mil ya están sin trabajo, según el Inegi. “Si la tendencia continúa, el estado podría perder hasta 15 mil empleos formales en los próximos meses. Con ello, muchos trabajadores terminarán en condiciones frágiles: sin prestaciones, con sueldos más bajos, pagos por honorarios o empleos temporales. Hoy casi 390 mil duranguenses sobreviven en la informalidad, sin seguridad social ni prestaciones”.
Y sí, la realidad nos dice que el gobierno del ‘gigante’ es uno de los principales proveedores de la informalidad: En lo que resta del año tiene que deshacerse de al menos 800 trabajadores. Y, aunque no hay una estadística al respecto, a muchos pequeños y medianos empresarios los mandó a la informalidad, eran proveedores del gobierno estatal, pero nunca les pagó y los hizo quebrar.
X= @JulianParraIba