A la báscula

Saltillo, Coahuila / 19 junio 2018

Ni tanto que queme al santo…

Por: Julián Parra ibarra

Sigo sorprendido cómo un partido de futbol puede lograr tanto en tanta gente. Lo vi de cerca –y lo comenté en más de una ocasión en diferentes foros- apenas el mes pasado cuando Santos Laguna logró conquistar la sexta estrella de su historia en el máximo circuito. Era increíble que un partido de futbol le pudiera cambiar el estado de ánimo a toda una Comarca.

Ahora, ese histórico triunfo de México sobre la selección de Alemania en el Mundial de Rusia, logró cambiar el estado de ánimo de todo un país, incluso los que durante meses fueron los más feroces críticos del técnico Juan Carlos Osorio, de la noche a la mañana lo han convertido en un semidiós por la victoria sobre los teutones, actuales campeones del mundo. En la andanada de comentarios de los “especialistas” escucho a uno que dice que esta selección está para más allá del famoso quinto partido al cual nuestro representativo jamás ha accedido en una Copa del Mundo.

Particularmente se me hacían una exageración las críticas para el técnico Osorio a quien los números, los resultados, las estadísticas lo venían avalando; como también ahora los elogios hiperbolizados que ya casi ven al Tri como campeones del mundo, y yo pregunto, ¿qué habría pasado si en ese ceder la pelota a un rival tan frío como Alemania hubiera provocado el empate o peor aún, la voltereta en el marcador? Y ¿qué pasa si después de este triunfo –lo cual espero que no suceda- resulta que el representativo azteca es eliminado sin llegar siquiera a un cuarto partido?

Por eso creo que no se debe de exagerar. Fue un triunfo histórico que puede quedar enmarcado en la imagen de un fracaso mundialista si no se consiguen los demás pasos que se necesitan. Que no se nos olvide que después del uno, sigue el dos, el tres, el cuatro y así sucesivamente. No se ha jugado el segundo partido, y hay quienes los ven en el quinto partido y hay quienes los ven hasta finalistas. Ojalá que eso sucediera, pero hay que ir paso a paso.

Luego los políticos se colgaron del resultado y cada uno lo ajustó a la realidad que vive. En el PRI inmediatamente dijeron que Alemania estaba arriba en las encuestas –pronósticos, porque acá no se encuesta a nadie-  para tratar de ilustrar que nada está seguro antes de que se dispute la contienda; en el PAN que los mexicanos siempre nos crecemos ante los retos para alcanzar lo que muchos creían que no se podía lograr; y en Morena que, así como México ganó con contundencia, así ganarán las elecciones este 1 de julio.

Todo mundo hiperboliza con el resultado futbolero, pero en todos los ámbitos aplica: ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre. ¿No lo cree?

[email protected]

@JulianParraIba