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Jueves 26 de Diciembre 2024
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México es un país con una gran actividad sísmica en los últimos 117 años se han registrado 34 terremotos en territorio nacional que han causado la muerte de más de 11 mil personas.
Debido a su ubicación, los sismos son considerados el evento geológico más peligroso según una investigación del Senado dada conocer a través del Instituto Belisario Domínguez que lleva por título ‘La vulnerabilidad de México entre el cambio climático’.
Relacionado: Diferencia entre sismo y terremoto
Uno de los terremotos de mayor intensidad ocurrió en tierras mexicanas, fue el ocurrido hace 45 años, a 30 kilómetros de Tierra Blanca, Veracruz, según el Servicio Sismológico Nacional (SSN). El movimiento habría ocurrido a las 3:50 horas del 28 de agosto de 1973 y registró una intensidad de 7.3 grados.
Según los datos oficiales, el sismo cobró la vida de poco más de 500 habitantes de esa ciudad veracruzana, y dejó más de 4 mil heridos en las comunidades aledañas y estados vecinos en donde se sintieron los efectos de ese movimiento telúrico.
De acuerdo con los reportes de la prensa, el terremoto tuvo una duración de aproximadamente dos minutos en los que la tierra hizo movimientos trepidatorios y oscilatorios. Algunos medios dieron como cifra total de muertos mil 200, sin embrago, la oficial fue mucho menor.
Las afecciones más graves se registrados en Orizaba; ciudad Serdán, en Puebla; así como en Córdoba y Nogales; además de Zongolica, Huilapan, Río Blanco.
Ver: Así era México antes del terremoto de 1985
El cronista Humberto Josué Altamitrano Hernández ha recordado que en la Sierra destruyó casas, así como parte del Palacio de Gobierno y la parroquia de la que se desprendió la cúpula y registró numerosos en su interior.
Según las crónicas de la época, los primeros rayos del sol trajeron a los habitantes las imágenes de la magnitud del evento, calles llenas de escombros, casas derrumbadas y gente desesperada tratando de localizar a los familiares a los que la fuerza de la naturaleza no logró despertar y quedaron atrapadas en sus domicilios.
Los días 29 y 30, la mayoría de la gente permaneció en las calles por el miedo a réplicas más intensas, sin embargo, poco a poco lea ayuda comenzó a fluir y la confianza los ayudó a volver a sus hogares a quienes aún podían hacerlo.
El 28 de agosto para los habitantes del centro del país es una fecha de luto, por la devastación y las muertes ocasionadas por aquel otro terremoto que se sintió con fuerza en los estados de Puebla, Veracruz, Oaxaca, Morelos y la Ciudad de México.
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