El viejo cuento, repetido hasta la saciedad, de que “por unos minutos” se escapó el capo Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, se resucitó este inicio de semana pero ahora quien se habría escabullido es “El Mayo” Ismael Zambada García, buscado por las policías municipal, estatal y soldados en un rancho de El Limón de Los Ramos, en la sindicatura de El Tamarindo, conurbado con la capital sinaloense Culiacán.
Muy modesto, el rancho Santa Clara albergaba tres camionetas de lujo (Ford Sport Track, Ford Explorer y Toyota RAV), dos de ellas blindadas, y se hallaron armas largas como AR-15 y cuernos de chivo AK-47, pistolas y municiones, según las primeras informaciones de un operativo en el que habrían participado tres helicópteros artillados de la Marina sobrevolando la zona.
Imágenes tomadas por los medios locales muestran a militares en uniformes camuflados levantando tapas de alcantarillas cercanas a la finca, rememorando viejos escapes por vía subterránea de “El Chapo”, solamente que en el centro de Culiacán, donde los canales para agua de lluvia son largos pasadizos donde personas pueden transitar por kilómetros. La zona continuaba resguardada el martes a mediodía. Y no se hablaba aún sobre posibles detenidos durante el operativo del domingo por la tarde. La finca se ubica entrando por una brecha, a unos 150 metros al sur del canal Humaya.
Si la geolocalización de “El Mayo” Zambada contó con ayuda de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, como ocurrió con las recapturas de “El Chapo” en febrero de 2014 y enero de 2016, es posible que alguien dentro de las corporaciones le hubiese avisado para que pudiera huir. El presidente Peña Nieto no pudo, esta vez, cosechar un triunfo mediático de fin de sexenio.
No se trata de especulaciones. En febrero de 2010, la DEA (agencia contra las drogas de Estados Unidos) tenía literalmente en la mira a “El Chapo”, pidió permiso para liquidarlo, pero no lo autorizó el gobierno de Barak Obama. Se supo esto por la filtración de unos 5 millones de documentos oficiales publicados por Wikileaks, en el cual el experto en cárteles mexicanos Fred Burton mencionó una activa relación bilateral entre servicios de inteligencia de ambos gobiernos entre 2007 y 2011, cuyo objetivo central era Guzmán Loera:
En un documento filtrado por el sitio web de periodismo de investigación WhoWhatWhy, se reveló que Estados Unidos tuvo la oportunidad de asesinar a “El Chapo”, pero la Casa Blanca se negó a proceder. De hecho, Burton escribió el 2 de noviembre de 2007: “si la DEA puede localizar al jefe de Sinaloa, ‘El Chapo’, éste será asesinado”.
Burton mismo reveló en un correo electrónico de febrero de 2010 que la DEA tuvo una oportunidad para eliminar a “El Chapo”, pero que la Casa Blanca “no permitió que tal misión se llevara a cabo”.
De allí su frase sarcástica revelada por Wikileaks: “¡Dios nos libre de molestar a nuestros queridos vecinos mexicanos!”.
Los cables filtrados sugieren que el entonces presidente Felipe Calderón dijo a sus cercanos que la violencia había llegado a tal punto que “él se haría de la vista gorda ante acciones unilaterales de la CIA o de la DEA (asesinatos), si quisieran tomar ese camino, siempre y cuando él pudiera negarlo”.
En no menos de seis ocasiones EU avisó a militares y policías federales sobre la ubicación de Guzmán Loera sin que hubiera éxito en capturarlo. Esta vez parece haber ocurrido puntualmente lo mismo con “El Mayo”, capo máximo de Sinaloa.