Migrantes hondureños rompieron el cerco fronterizo entre México y Guatemala y lograron llegar hasta las oficinas del Instituto Nacional de Migración.
Piedras y palos fueron lanzados a los elementos de la Policía Federal, quienes resguardaban el paso, y un grupo minoritario lograron cruzar al lado mexicano, sin embargo, fueron retenidos para hacer la solicitud para ingresar como refugiados al país.
Hubo policías heridos y migrantes, quienes son atendidos por cuerpos de emergencia y visitadores de derechos humanos.
Los migrantes serán atendidos en grupos de 100 y 150 personas para hacer los trámites legales y obtener el ingreso al país o ser turnados a uno de los 9 albergues que fueron habilitados en Chiapas.
La Policía Federal logró restablecer el orden para segmentar el ingreso de los migrantes hondureños, a los que también se unieron otros provenientes de Guatemala y El Salvado.
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