México se convirtió en un país de tránsito por el que atraviesan muchos de los intereses de varios Estados centroamericanos.
El país es un muro para los migrantes pero, paradójicamente, una coladera para el trasiego de drogas, armas y dinero ilegal.
Así lo concluye la iniciativa ciudadana Agenda Migrante, que agrupa la opinión de, al menos, 200 organizaciones que velan por los derechos de los migrantes.
Eunice Rendón, coordinadora de Agenda Migrante, explicó a CAPITALMEDIA, que “una seguridad dependiente de varios países, es decir, en el sur con Centroamérica, en el norte con Estados Unidos (EU); pero en el norte también depende de lo que hagamos en el sur. Primero entenderlo como una frontera, ambas complejas con una responsabilidad bilateral o cuatrilateral a veces“.
La complejidad de lo recurrente en ambas fronteras se explica por las cifras oficiales que maneja el gobierno mexicano y las reflejadas por investigadores en el tema.
Armas ilegales vienen de EU
En el Quinto Informe de Gobierno de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, la Procuraduría General de la República (PGR)detalló que, del 1 de septiembre de 2016 al 30 de junio de 2017 se aseguraron 6 mil 59 armas.
Sin embargo, datos de las organizaciones civiles concluyen que cada año, 213 mil armas llegan ilegalmente de la Unión Americana a México y citan al último informe de Center for American Progress.
Un documento del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados revela que “el tráfico de armas de EU alimenta la violencia relacionada con las drogas en México; desde 2006 hasta 2014, 60 mil personas fueron asesinadas por la violencia relacionada con las drogas en nuestro país, 70 por ciento de las armas recuperadas proviene de EU.
Poca persecución
El tráfico de armas y drogas se funden en el trasiego de dinero, y es justo en este punto donde las investigaciones y decomisos se detienen.
El Grupo de Acción Financiera Internacional, un organismo multilateral del Banco Mundial, para combatir el Lavado de Dinero (Lavado de Activos o LA) y Financiamiento al Terrorismo (FT) realizó, en enero, una calificación al trabajo desarrollado por México para combatir esos delitos.
El informe concluye que aun con el establecimiento de dos instancias: la Unidad Especializada en Investigación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, Falsificación o Alteración de Moneda y la Unidad Especializada en Análisis Financiero, que rara vez inician una investigación de LA simultánea, cuando se abre alguna indagatoria por delitos como tráfico de drogas, corrupción o delincuencia organizada; además de que rara vez se investiga y persigue penalmente al LA como un delito autónomo.
Por esta razón, la tasa de condenas es extremadamente baja.
Seguirán pasando
Los productos, las personas y las drogas sólo escalarán un precio más alto, que ya se da en Tamaulipas: nuevos grupos y actores incurriendo en este tipo de crímenes, ahora queriendo traficar personas, porque el tráfico se convirtió en trata.
Los delincuentes les cobran 30 mil dólares o los obligan a trabajar para ellos por lo menos un año en EU, señaló Rendón.
La investigadora en seguridad y prevención destacó un tema grave en la actualidad: “Ahora no es el coyote el que te busca y te cuida, ahora es el zeta, y todo esto tiene repercusiones para el más vulnerable”.