México, 5 de abril de 20116.- El consumo de refrescos en México disminuyó, principalmente, entre los mexicanos con menos recursos, esto por la imposición del impuesto de un peso, con el que desde 2014 se gravan estas bebidas.
En el marco de la conferencia de prensa “El Impacto del Impuesto a las Bebidas Azucaradas en México”, organizada por el Senado, se presentaron tres estudios realizados por el Instituto Nacional de Salud Pública, el Instituto Tecnológico Autónomo de México y la Universidad Autónoma de Nuevo León, que coinciden en que en 2014 se redujo de 3 a 6 por ciento la compra de bebidas azucaradas.
Según Arantxa Colchero, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública, la población de menores ingresos, fue la que más disminuyó el consumo de refrescos, lo que infirió en un mayor beneficio, al ser este sector el que se ve mayormente afectado por los gastos en salud, generados por las enfermedades relacionadas por el consumo de estas bebidas, tales como diabetes, males cardiovasculares y otras.
“En el año de 2014, hubo una reducción de 6 por ciento en las compras de estas bebidas, comparado con lo que hubiera sucedido si no hubiera habido impuesto. Y esta disminución alcanzó un 12 por ciento, en diciembre de 2014.
Encontramos que en 2014, los hogares urbanos compraron en promedio 4.2 litros menos de bebidas con impuesto (…) La mayor reducción de bebidas con impuesto, fueron en el grupo de nivel socioeconómico más bajo. En ese grupo la reducción fue de 9 por ciento y alcanzó en diciembre 17 por ciento, los pobres redujeron más el consumo de bebidas azucaradas”.
Colchero expuso que en el nivel medio, el consumo se redujo en 5.6 por ciento y los más ricos en 5.5 en promedio.
La recaudación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a bebidas azucaradas, captó en 2014 18 millones 254 mil 900 pesos y en el primer trimestre de 2015, reportó 15 millones 639 mil 300 pesos.
Los estudios proponen elevar de 1 a 2 pesos el gravamen que actualmente aplica a los refrescos, porque con ello habría una disminución de 20 litros per cápita, una reducción de prevalencia de la obesidad en 2 por ciento, ahorros directos de atención por sobrepeso y obesidad en 13 mil millones de pesos.
Se prevendrían un millón 275 mil casos de diabetes, ahorros por casos prevenidos de diabetes por 50.9 mil millones de pesos y un monto de recaudación por 36 mil millones de pesos.
VÌCTOR MAYÉN
Capital Media/@EfektoNoticias
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