Velorios para mascotas, la tendencia que llega a Saltillo

ZARZA AGUILERA, LESLIE DELGADO, RAÚL R. DE SANTIAGO

Despedir a una mascota con una ceremonia similar a la de un ser humano es una práctica que ha ganado fuerza en diversas regiones del país, y ahora esta tendencia llega a Saltillo, en donde se ofrece este servicio para quienes desean realizar esta práctica.

Antes, cuando un perro o gato fallecía, muchas familias optaban por enterrarlo en el patio de su casa o recurrían a una cremación sencilla sin mayor ceremonia. Sin embargo, en los últimos años ha surgido una tendencia que busca dignificar este momento: los velorios y funerales para animales de compañía. Hoy en día, han surgido espacios especializados que ofrecen servicios de velación, permitiendo a las familias despedirse de sus seres queridos de forma más solemne y respetuosa.

Aunque en la ciudad aún son pocos los establecimientos que brindan este tipo de atención, la creciente demanda evidencia un cambio en la manera en que la sociedad percibe el vínculo con sus mascotas.

El crecimiento de esta tendencia refleja un cambio en la percepción de las mascotas dentro de los hogares. Cada vez más familias consideran a sus animales como miembros de la familia y buscan formas más emotivas para decirles adiós.

Siete de cada diez clientes, piden el servicio de velación para su mascota

En un mundo donde las mascotas son consideradas parte de la familia, el servicio de funerales para mascotas ha tomado relevancia. Humberto Baca, socio fundador de “El Ángel”, comparte su experiencia y visión sobre este importante servicio.

“Nos dedicamos al cuidado de la salud de las mascotas y sentimos la necesidad de ofrecer un servicio más digno y lleno de amor para despedir a nuestros compañeros”, explica Baca. “El objetivo es dignificar la muerte de las mascotas, un aspecto cultural que ha evolucionado en nuestra sociedad”, expone.

Con un año y medio de funcionamiento, “El Ángel” ha visto un incremento en las solicitudes. Baca menciona que “de cada diez mascotas que mueren, aproximadamente siete de sus dueños piden el servicio”. Este crecimiento refleja un cambio en la percepción cultural sobre las mascotas, que ahora son vistas como miembros de la familia.

El servicio incluye una sala de velación gratuita, equipada con sillones, música tranquila y opciones de bebidas. “La velación puede ser un espacio para que las familias se despidan adecuadamente”, dice Baca. Los costos de cremación varían, pero promedian entre 2,500 y 3,000 pesos, dependiendo del tamaño de la mascota.

Además, se ofrece apoyo emocional a las familias en duelo. “Estamos colaborando con profesionales de la psicología para ayudar a quienes atraviesan este difícil proceso”, comenta Baca.

El proceso comienza con la integración de información, seguido por la elección de la urna y la preparación del cuerpo. “Ya sea que la mascota muera en nuestro hospital o en otro lugar, garantizamos un proceso respetuoso y cuidadoso”, asegura Baca.

Baca anticipa que la demanda por estos servicios seguirá creciendo. “Todos buscamos dignificar la partida de nuestros seres queridos, y eso incluye a nuestras mascotas”, afirma.

Finalmente, resalta la importancia de ofrecer este tipo de servicios en Saltillo. “Existen historias conmovedoras, y es fundamental que la gente sepa que hay un lugar que los acompañará en este momento difícil”, concluye.

Oncopets, un santuario que honra la vida y despide a perros rescatados

En Oncopets, un santuario dedicado a perros sobrevivientes de cáncer, se ofrece un servicio funerario especial que rinde homenaje a aquellos perros que han enfrentado grandes sufrimientos. Carmen Gallardo y Eduardo de la Peña, miembros fundadores de la asociación, comparten su compromiso con el bienestar animal y la importancia de despedir dignamente a estos seres queridos.

“Los perros que llegan al santuario han luchado mucho por sobrevivir”, explica Carmen. “Nunca pensamos en la eutanasia, por más graves que estén. Luchamos con ellos hasta el final”. Este enfoque empático se traduce en un ritual de despedida que busca honrar la vida de cada mascota.

El servicio funerario, que tiene un costo que oscila entre 800 y 1,000 pesos, incluye velaciones donde se visten a los perros con flores, juguetes y se les da un tributo especial. “Nosotros los vestimos, les llenamos de flores y les ponemos a Cristo en sus manos. Les damos un último adiós con todo el amor que se merecen”, comenta Carmen Gallardo.

Eduardo de la Peña destaca la importancia de este tipo de despedida: “Es un tributo a los que nos dieron sonrisas y alegría. Deberíamos crear una cultura de despedirlos con dignidad, como miembros de la familia que son”. La asociación integrada además de Carmen Gallardo y Eduardo de la Peña, por Camilo Soto, Danuel Moreno y Gerardo de la Peña, busca sensibilizar a la comunidad sobre la empatía hacia estos animales, promoviendo una conciencia colectiva sobre su valor en nuestras vidas.

El proceso de despedida dura aproximadamente cuatro horas, donde las familias pueden estar presentes y compartir momentos de reflexión. “Es un momento hermoso, y queremos que todos comprendan la importancia de despedir a estos guardianes sin sueldo que han estado a nuestro lado”, añade.

Oncopets invita a la comunidad a involucrarse en sus actividades, recordando que el apoyo colectivo es fundamental para seguir brindando oportunidades a más perros. “Queremos agradecer a todos los que ya nos conocen y han aportado a nuestra causa. Es vital correr la voz sobre lo que hacemos para sanar y salvar más vidas”, concluye.

El duelo por mascotas, una despedida necesaria para sanar

La pérdida de una mascota puede ser tan significativa y dolorosa como la pérdida de un ser querido. En los últimos años, los servicios funerarios para mascotas han tomado relevancia, ofreciendo velaciones, cremaciones y ceremonias que ayudan a las personas a enfrentar este difícil proceso. Expertas en psicología explican por qué es importante vivir el duelo y cómo esta tendencia refleja la creciente importancia de las mascotas en las familias.

La psicóloga Berenice de la Peña destaca que las mascotas se convierten en parte fundamental de la vida de las personas, ofreciendo un sostén emocional invaluable. “Nos acompañan en momentos importantes y, al partir, dejan un vacío que puede resultar difícil de llenar. Es crucial permitirnos sentir esa pérdida y despedirnos adecuadamente”, explica.

Sin embargo, también advierte sobre los signos de un duelo prolongado: “Si el dolor persiste por un periodo largo o se convierte en un sufrimiento intenso, es necesario buscar apoyo profesional. Las mascotas ocupan un lugar importante, pero debemos recordar que son animales, no sustitutos de seres humanos”.

La tendencia de organizar ceremonias funerarias para mascotas ha crecido notablemente. Según la psicóloga clínica Gabriela Zavala, este fenómeno refleja el fuerte vínculo que los humanos desarrollan con sus animales de compañía. “Creamos un apego y, al perderlos, pasamos por un proceso doloroso. Permitirnos despedirnos de ellos mediante una ceremonia puede hacer más tangible su ausencia y ayudar a procesar la pérdida”, menciona.

Ante esto recomienda no reprimir las emociones y buscar apoyo si el dolor se vuelve abrumador. “Hablar sobre lo que sentimos, compartir recuerdos y celebrar la vida de nuestra mascota son pasos importantes. Si después de 15 días la tristeza sigue siendo intensa, es momento de acudir a terapia”, sugiere.

Otro fenómeno que acompaña esta tendencia es la aparición de términos como “perrihijos” o “gathijos”, en los que las mascotas adoptan un rol similar al de un hijo. Zavala explica que esta dinámica surge, en parte, por los cambios sociales en torno a la maternidad y paternidad.

“Cada vez más personas deciden no tener hijos y encuentran en sus mascotas esa compañía y conexión emocional que buscan. Es una respuesta natural al deseo de cuidar y proteger a otro ser”, comenta. No obstante, advierte que, si este vínculo interfiere con las relaciones humanas o genera una dependencia emocional excesiva, es importante trabajarlo en terapia.

El bienestar animal antes que el adiós es la prioridad: activistas

Mientras en algunas ciudades crece la tendencia de realizar velorios y ceremonias de despedida para mascotas, en Saltillo la principal preocupación sigue siendo el bienestar de los animales en vida, así lo señala Claudia Leza, activista y representante de la asociación Amor por los Animales.

Indic que aunque ha escuchado sobre esta práctica, en la ciudad no se ha popularizado debido a los costos y la prioridad que muchas personas dan a ayudar a los animales en situación de calle.

“Es una decisión muy personal y respetable, pero en lo que yo me enfoco es en convertir cualquier recurso en croquetas y atención veterinaria para quienes más lo necesitan”, comentó.

Desde su perspectiva, antes de pensar en rituales de despedida, es fundamental trabajar en la educación sobre el cuidado responsable y la protección de los animales abandonados.

Aunque aún son pocos los lugares que ofrecen estos servicios en Saltillo, la evolución en la manera en que las familias perciben a sus mascotas podría hacer que, en el futuro, esta práctica tenga mayor aceptación. Mientras tanto, las organizaciones de rescate y protección continúan enfocadas en atender la problemática del abandono y la salud de los animales en la ciudad.

Recomendaciones ante la pérdida de una mascota

• Permitir el dolor: no reprimir emociones como tristeza, soledad o incluso culpa.
• Hablar del tema: compartir recuerdos con familiares o amigos cercanos.
• Rituales de despedida: un funeral o una ceremonia simbólica puede ayudar a aceptar la pérdida.
• Buscar ayuda profesional: si el dolor persiste o afecta significativamente la vida diaria, acudir a terapia es fundamental.
• Las mascotas dejan huellas imborrables en nuestras vidas, y honrar su memoria es parte del proceso de sanación. Lo importante es recordar que, aunque su ausencia duele, el amor y los recuerdos compartidos siempre permanecerán.