Jessica Rosales / Víctor Barrón
La tarde del 8 de diciembre, en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, Coahuila dejó su huella en el corazón del Vaticano. La danza de los matachines resonó en los majestuosos pórticos de la Basílica de San Pedro, donde feligreses y turistas de todo el mundo fueron testigos de una de las tradiciones más emblemáticas del estado mexicano.
El evento comenzó con la llegada de la comitiva mexicana encabezada por el Gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez, y el Obispo de Saltillo, Monseñor Hilario González García.
El Padre David López, quien actualmente estudia en Roma, compartió a través de un escrito difundido por la Diócesis de Saltillo su entusiasmo por la representación de Coahuila, su tierra natal.
“Llegamos a la Basílica de San Pedro y nos introdujeron por una puerta por la que nunca antes había pasado, donde se ve otra cara bellísima del Templo. De allí nos condujeron a la puerta principal para recibir a la comitiva”, compartió.
Al llegar, el grupo de matachines comenzó su danza con energía y alegría, cautivando a todos los presentes. “El tambor con fuerza resonaba en los pórticos de la entrada. Aunque para nosotros es algo común, realmente nos entusiasmó la danza en pleno Vaticano,” narró el sacerdote.
“Fue impactante ver la cantidad de gente de otras partes del mundo que admirada veía la danza, el ritmo, los pasos y el sonido del tambor. Muchos preguntándose qué danza era esa, y otros grabando videos con entusiasmo”, expresó.
Tras esta bienvenida cultural, la procesión avanzó al interior de la Basílica, donde, por respeto al piso del templo, los matachines limitaron sus movimientos, pero no su espíritu. El grupo asistió a una Santa Misa presidida por Monseñor Hilario González García, celebrada en el lugar donde hace 170 años el Papa Pío IX proclamó el dogma de la Inmaculada Concepción.
El cierre del evento estuvo marcado por la bendición del nacimiento navideño colocado este año en el Vaticano, elaborado por artesanos de Coahuila. “Realmente es un nacimiento hermoso, con muchos detalles propios de nuestro estado, el tipo de construcción de las casas, la vestimenta, y las capas de los Reyes Magos decoradas con detalles del sarape,” destacó el Padre.
El Cardenal Mauro Gambetti presidió la bendición y luego se acercó a saludar a los feligreses. En ese momento, las danzantes entonaron con fervor “La Guadalupana”, creando un ambiente profundamente emotivo. “Las personas intercambiaron saludos, se desearon feliz Navidad y pidieron unos por otros la bendición de Dios,” expuso el sacerdote.
El Padre David López, quien está por concluir su licencia en Derecho Canónico en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma, recuerda con especial afecto su etapa como Vicario en la Catedral de Saltillo.
“Cuando Don Hilario llegó nos invitó a los sacerdotes que estamos en Roma estudiando, Gerardo García, Héctor Pérez y yo, a cenar con él. Llegué una media hora antes. Al salir y caminar por la vía, me topé con una cartelera iluminada donde aparecía la Catedral de Saltillo, que es el edificio más representativo de nuestro estado, y para muchos de los saltillenses, el orgullo arquitectónico más emblemático”, relata.
Entre sus memorias más entrañables el sacerdote destaca su devoción al Santo Cristo de la Capilla, una figura que, señala, simboliza una profunda conexión espiritual y personal con su tierra natal.
Esta experiencia, compartida por el sacerdote, se convierte en un testimonio de fe, unidad y orgullo cultural. Una noche en la que las tradiciones de Coahuila iluminaron el Vaticano y fortalecieron el vínculo entre culturas y creencias en el espíritu de la Navidad.
Danza lagunera de La Medalla Milagrosa brilla en el Vaticano
Con 38 años desde su conformación, el Grupo de Danza de la Parroquia de la Virgen María de la Medalla Milagrosa, perteneciente a la Diócesis de Torreón, se encuentra en El Vaticano representando a Coahuila con esta tradición que es muestra de una ardiente fe hacia la Virgen de Guadalupe.
En entrevista desde la Santa Sede, María Pilar Monchoholí Valadez, integrante de la agrupación de matlachines, compartió con Grupo Región su experiencia dentro de la delegación que participa en el evento “Navidad Mexicana”, donde la entidad coahuilense asiste como invitada.
Pilar explicó que una integrante del grupo tiene un familiar en El Vaticano y de esa forma como quedó establecido el vínculo para unirse a la delegación encabezada por el gobernador Manolo Jiménez Salinas y su esposa Paola Rodríguez López.
“Fue por medio de una persona que danza, su hermano nos hizo la invitación porque él pone nacimientos en El Vaticano cada año y este le tocó la representatividad al estado de Coahuila”, detalló.
Son 48 de 350 miembros del grupo los que el pasado fin de semana arribaron a Roma y aunque no son la única danza que participa en el evento navideño en la Santa Sede, sí son los primeros de origen lagunero y los primeros en entrar danzando a la Basílica de San Pedro. Esto, dijo, guarda un gran significado en distintos aspectos para sus integrantes.
“Primero, una bendición; segundo, estamos felices, es un regalo que nos cayó del cielo, que nunca nos imaginamos tener”, expresó.
Pilar Monchoholí comentó que en sus intervenciones en el evento, los integrantes de la danza de matlachines portan la característica vestimenta en color rojo con carrizos y motivos alusivos a la Morenita del Tepeyac, huaraches de llanta, además de guaje y arco.
Y aunque no fue posible que se tocara la tambora al interior de la Basílica por protocolo en términos de control de ruido, la lagunera hizo una analogía en torno a ese instrumento y la danza, al vínculo con la Virgen de Guadalupe que, solamente las personas que practican esta demostración de fe, pueden identificar.
“El tambor significa el corazón de la danza, que le entregas a la Virgen esa alabanza con tu baile; entonces, esa entrega, esa alabanza que es oración con tu baile, con la expresión de tu cuerpo, es una conexión con ella, que nace desde el primer momento en que danzas. Es algo inexplicable”.
La actividad de la delegación coahuilense continuará durante los próximos días y será el 14 de diciembre cuando el grupo de danza estará de regreso en la comarca lagunera.
El grupo lagunero de danza que viajó al Vaticano tuvo sus inicios hace casi cuatro décadas en la Catequesis del Buen Pastor, esto por una promesa que la propia María del Pilar le hizo a la Virgen; posteriormente, la agrupación pasó a la Parroquia de San Pedro Apóstol y desde hace 18 años, se ubica en la Parroquia de la Medalla Milagrosa.