Trabajar desde el corazón de la fe

Daniella Giacomán

Eusebia Ibarra Gallegos se siente bendecida por ser una de las ministras que ha podido llevar a cabo la liturgia de la palabra desde que hay más apertura a la participación de la mujer en la iglesia católica.
Desde hace cuatro años es ministra extraordinaria de la Sagrada Comunión en la Parroquia Santa María Magdalena en Saltillo; en ocasiones específicas puede celebrar la liturgia de la palabra y dar la comunión, lo que considera como una bendición estar al servicio de Dios y de la comunidad.
“En tiempos de Jesús, eran puros hombres los que eran considerados para hacer un grupo de oración, las mujeres siempre éramos excluidas y ahora ya no; la iglesia ahora permite el servicio de las mujeres, con sus limitaciones, pero también estamos apoyando”.
Las ministras solo pueden llevar a cabo ciertas tareas, pero no pueden oficiar misas, bodas, dar unción de enfermos u otros sacramentos, las demás actividades siguen reservadas para los sacerdotes.
Este viernes pasado, por ausencia del párroco del templo, presidió la liturgia de la palabra de las 7 de la tarde; allí resaltó el mensaje de la misericordia, el ser caritativos con los demás.
“Debemos ser misericordiosos con nuestros hermanos, algunos necesitan apoyo económico o alimento, otros ni alimento ni apoyo económico, solo un momento, un abrazo, una escucha, que a veces se sienten tan solos con tanta gente alrededor, y eso es ser caritativos: escuchar a quien lo necesita”, aseveró.
Festividad del 22 de julio
Este 22 de julio se conmemora la festividad de Santa María Magdalena, llamada también “Apóstola de apóstoles”.
“María Magdalena… el primer apóstol de Jesús… Es una emoción muy grande (participar en esta iglesia), no solo por el templo, sino por servir a Dios a través de nuestros hermanos”, comentó.
En cuanto a los festejos patronales, dijo que se aplazaron para una semana tentativamente: habrá misas misas, la venta de antojitos y juegos mecánicos, con lo que se busca recaudar fondos para la parroquia.