Suicidio no garantiza reencuentros en el más allá: especialista

Leslie Delgado
Tras el hallazgo de una carta que presuntamente dejó un hombre antes de quitarse la vida en el Panteón Santiago en la que expresaba su deseo de reencontrarse con su hijo fallecido y hacía referencia a la ”santa muerte”, la esotérica local Adela Flores advirtió que, desde su experiencia, el suicidio no garantiza ese tipo de reencuentros y puede dejar al alma en estado de confusión o sin descanso espiritual.
“El alma queda vagando. La persona se adelanta a su cita y, cuando eso sucede, no hay quien la reciba del otro lado. La muerte no debe usarse como escape, castigo ni herramienta para provocar algo en este mundo. Es un error pensar que al morir podrán reencontrarse con alguien. Así no funciona”, explicó.
Señaló que este tipo de actos a menudo están influenciados por la desinformación que circula en redes sociales sobre la “santa muerte” y otros rituales considerados de alto riesgo. Agregó que cada vez es más común encontrar personas incluso jóvenes realizando este tipo de prácticas en espacios públicos o naturales, como cerros y panteones.
“Buscan protección, reencuentros o soluciones rápidas. Pero muchas veces, sin saberlo, abren portales espirituales que terminan afectando no sólo a ellos, sino también a sus familias”, añadió.
Por su parte, el padre Vicente Eliamar Vega, coordinador de la Pastoral de la Vida de la Diócesis de Saltillo, explicó que la búsqueda de otras creencias suele estar motivada por el deseo de llenar un vacío espiritual o emocional, lo cual puede tener consecuencias negativas.
“Cuando se reemplaza a dios por cualquier otra figura incluido el ídolo de la muerte, el vacío del corazón se hace evidente. Vemos cada vez más escenas trágicas como esta”, advirtió el sacerdote.
Tanto representantes de la iglesia como especialistas esotéricos coinciden en que los casos de depresión, duelo o crisis personal deben atenderse con acompañamiento profesional y espiritual adecuado, y no mediante prácticas sin sustento que, lejos de ofrecer alivio, pueden agravar el sufrimiento.