Por: Miroslava Zapata
La atención a jóvenes adictos se ha incrementado en casi 50 por ciento durante el presente año, según Norma Pérez Reyes, directora del Centro de Integración Juvenil (CIJ) de Saltillo, pues de los 70 casos que atendían en 2016, hoy brindan apoyo a 130 menores de edad.
“El problema que más presentan los jóvenes es el consumo de la marihuana, una por mala información a la que tienen acceso, pues encuentran en internet que es muy buena para la salud, que es mucho mejor que el tabaco, otra por las compañías, o porque son vulnerables”.
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Para Pérez Reyes es muy importante que los menores no dejen de acudir a sus terapias una vez que ya hayan ingresado al centro, pues la mayoría de ellos sólo acuden a las primeras consultas argumentando que ya se encuentran bien, sin estarlo y eso propicia que reincidan.
“El 65 por ciento de los jóvenes vuelve a reincidir, este es un foco rojo que deben de tomar en cuenta los padres, pues si vienen a este centro es con un sólo fin, no lo deben de perder de vista”.
Agregó que es alarmante que 60 por ciento de los jóvenes que son atendidos en este lugar (que recibe a 30 jóvenes de nuevo ingreso al mes, al tener ya 100 en tratamiento) sean menores de edad y algunos de ellos de tan sólo 10 años.
“Hemos atendido a menores de 10 años en este centro, por consumir sustancias tóxicas porque sus padres dejaron a su alcance marihuana u otras enervantes”.
Para la directora, otra de las causas que ha propiciado que cada vez sean más los menores que ingresan al mundo de la drogadicción es su fácil acceso, pues a diferencia de otros años, hoy las sustancias tóxicas se puede adquirir con más facilidad gracias a que su distribución ha aumentado.
“La marihuana es la droga que más se consume en la actualidad, los jóvenes han argumentado que en cualquier lugar la venden e incluso sus amigos son los que se las consiguen y son quienes los inducen a consumirlas”.
“Me drogo por depresión”
Alejandro sólo tiene 13 años y su entrada a clases ha sido condicionada, pues hace cuatro días una patrulla lo detuvo por portar marihuana. En compañía de su madre, Alejandro visitó ayer las instalaciones del Centro Integración Juvenil, pues su deseo es concluir sus estudios, aunque no desea una carrera profesional, sí una técnica que le ayude a ganar dinero de manera inmediata y así contribuir al gasto en su hogar.
María, su madre, con lágrimas narra al personal de este centro lo difícil que es ser madre soltera, pues hace tres años su esposo los abandonó, a ella y a sus dos hijos para rehacer su vida con otra mujer.
“Mi hijo asegura que no es adicto y yo como trabajo ni cuenta me había dado que traía marihuana y estoy aquí porque me interesa que no me lo den de baja en la escuela, que continúe con sus estudios”.
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Alejandro juega con sus manos mientras llega su turno para pasar a terapia, en tanto, una psicóloga se acerca a él y le pregunta por qué traía marihuana.
El joven voltea, observa a su mamá, quien le pide responder, sin temor a ser regañado. “Estaba depre por no ver a mi papá y a mis amigos”.
“Los de la cuadra, que viven en El Tanquecito, me dijeron que la consumiera, que esto me iba a ayudar a olvidar y a ser más fuerte”.
Su madre escucha en silencio, seca sus lágrimas y cuestiona a la especialista lo necesario para sacar a su hijo de ese mundo.
La psicóloga del CIJ les da indicaciones, Alejandro escucha atento y acepta cumplirlas para dejar el consumo de la marihuana.