Siguen casas y autos bajo las aguas negras

Torreón, Coahuila / 12 septiembre 2018

Por: Dámaris Peña

“No tuvo cómo salir de su casa ni con quién ir y se quedó atrapado en las aguas negras que cubrían sus muebles, ahora trae unas manchas rojas en los brazos”, asegura Silvia Medrano, vecina de la colonia Villa California, quien relata que uno de sus vecinos ya comenzó a presentar problemas en la piel debido al contacto con las aguas.

El pasado fin de semana se sobrepasaron los 230 milímetros de precipitación, según datos de la Comisión Nacional del Agua, es decir que en tres días se superó lo que llueve en un año. El viernes por la noche fue cuando se presentó una fuerte lluvia, y pese a que estaba pronosticada, la ciudad no está preparada para captar tanta agua, por lo que las inundaciones que siguieron a la precipitación tomaron por sorpresa a todos los laguneros.

“Es por el pozo que está ahí en la esquina, ahí comenzó a desbordarse el agua del drenaje. Yo solo vi cómo empezó a entrar agua en mi casa, estaba ya acostada y de pronto vi que estaba entrando agua.

“Perdí todo, ahorita me estoy quedando con unos conocidos, no he podido regresar por nada a mi casa, pero de todos modos todo se me echó a perder”, relata la señora Silvia de 44 años, quien con sus botas impermeables regresó para ver si ya podía entrar a su casa.

La desesperación es el factor principal con el que tienen que lidiar hasta el momento, pues en medio de la contingencia, sus peticiones de ayuda a las autoridades no son atendidas con inmediatez. Tres días después, continúan sin acceder a sus casas quienes evacuaron y otros siguen sin poder salir.

“Hay nada más como unas cinco familias, y eso no completas, porque una señora dejó a su hijo y se fue y le dijo: ‘Ahí tú vigila’,  y aquí de este lado también hay gente que se salió, pero el que pudo se fue, es horrible”, explica Silvia. Otra vecina aseguró que nadie había acudido hasta el momento a ofrecerles ayuda.

Una de las calles más afectadas de la colonia fue la Francisco Sarabia, la cual quedó bajo aguas negras, las cuales han comenzado a traer repercusiones en la salud de algunos vecinos.

“El agua que entró a mi casa cubre los sillones, y aquí en la plaza no se veían las bancas, apenas ahorita ya se ven, pero igual los carros no pueden pasar todavía bien, yo ya tengo mis botas listas, eso sí, porque aquí siempre se inunda y hay que tener cuidado porque si te mojas los pies, te salen hongos”, cuenta Silvia mientras su amiga limpia con vinagre sus zapatos que hace un momento se mojaron al salir.

Entre la impotencia de la pérdida de sus pertenencias, su mayor miedo es la propagación de enfermedades, y la pestilencia aumenta en la medida en que avanza el día y el sol se hace presente; cuadra tras cuadra se percibe un penetrante olor a drenaje, incluso en las calles menos afectadas.

“A mí me dio dengue el año pasado, no quiero que me vuelva a dar porque ya se están viendo muchos mosquitos afuera de mi casa y me da coraje que no atiendan nuestros reportes”, explica Abril Castro, de 24 años, que reside también en el sector y asegura que además de las afectaciones en su casa, se quedó sin carro para ir a trabajar.

La urgencia de los vecinos es que manden fumigar para evitar la proliferación de mosquitos, Silvia Medrano aseguró que ya enviaron un oficio con la solicitud a la Jurisdicción Sanitaria, sin embargo, mientras no logren desfogar el agua no pueden acudir a fumigar.