Tras su nombramiento por parte del Congreso del estado como Fiscal Anticorrupción en Coahuila, el abogado Jesús Homero Flores Mier habla de su designación y asegura que, pese a las críticas y las acusaciones de la oposición de estar ligado al gobierno, está listo para enfrentar “el reto más grande de su vida” dentro del servicio público.
Convertirse en el responsable de aplicar “mano dura” en el combate a la corrupción en la entidad, pero también castigar a los funcionarios que cometan actos deshonestos sin que exista la impunidad.
“No somos tapadera de nadie”, dice cuando se le cuestiona sobre lo que tanto “cantan” los diputados de oposición.
Asegura que él, como muchos, tiene conocidos en el gobierno y en todos lados. Recuerda su relación con Moreira cuando fue alcalde de la ciudad “fue estrictamente institucional. En su gobierno me nombraron director de la Unidad de Transparencia del Ayuntamiento y antes de eso, secretario particular de su antecesor en el municipio, de Óscar Pimentel González”.
“A quien me ha señalado le pido que primero me deje trabajar, antes de cuestionar. Combatir la corrupción representará un reto importante no sólo del Fiscal o un consejo de Ciudadanos, sino de todos; hay que sumar esfuerzos”.
Para el fiscal Flores Mier no hay un antídoto que permita acabar con la corrupción. Se requiere que todos los sectores le entren en el combate.
“No se da por decreto; ahorita de acuerdo a cifras del Inegi de 100 delitos de corrupción que se presentan en México solamente 11 se denuncias y de esos tres se resuelven.
“Acabar con la corrupción es todo un proceso que según la OCDE puede tardar hasta 15 años para que se vean los primeros resultados. No se puede acabar con ella de la noche a la mañana”.
Flores Mier, quien el lunes renunció a su cargo como consejero presidente del Instituto Coahuilense de Acceso a la Información, sostiene que es también con prevención como se puede evitar y combatir este flagelo que daña a la sociedad.
“Me preguntan que si me temblará la mano para castigar, que si cederé a presiones, que si tengo compromisos con el gobierno; a todo contestó que no. Mi único compromiso es con los coahuilenses, a quien les pido que unamos esfuerzos. Puedo decir que haré como corresponde, sin que ello implique que le debo obediencia a alguien”, señaló.
En la vigilancia para que no se cometan actos de corrupción entran todos, dice el fiscal, pero señala que habrá que puntualizar en los secretarios del gobierno estatal, los alcaldes, sus tesoreros y también los directores de policía.
“Nos tocará perseguir y determinar que se ejercite la acción penal contra los corruptos, no obstante primero tenemos que señalar, investigar y garantizar que las pruebas sean pertinentes e idóneas para poder ejercitar la acción penal”, precisa.
Flores Mier se declaró respetuoso de las críticas de los diputados de oposición en el Congreso: “Entiendo que es su postura partidista. Sin embargo, cumplí con todos los requisitos de la convocatoria”.
“El compromiso es con los coahuilenses, con la sociedad civil quien es la que debe reclamar sobre mi nueva responsabilidad y aunque no soy especialista en derecho penal, buscaré mantenerme actualizado para poder cumplir con esta nueva encomienda”.
Sobre el Consejo Ciudadano Flores Mier señala que su rol será crítico y propositivo, donde muestren sus inquietudes y propuestas para ir avanzando.
“Yo propondría que empecemos por elaborar un catálogo de riesgos de corrupción para que lo conozcan precisamente quienes pueden cometer irregularidades. Que sepan a que se atienen con la ley”.
A partir de que tomó protesta el pasado lunes, en lo que se ha considerado un hecho histórico para Coahuila, Flores Mier despachará en una oficina de la Procuraduría General de Justicia del Estado, desde donde conformará la estructura del órgano que se convertirá el Sistema Estatal Anticorrupción, tras el nombramiento del Consejo Ciudadano.