Saltillo, Coahuila / 20 Septiembre 2017
Por : Martha Briones
El obispo de la Diócesis de Saltillo, Raúl Vera López, responsabilizó a la Fiscalía General del Estado de la impunidad que prevalece en el caso de los dos pederastas, cuyos casos reveló en el 2014; pero justificó el actuar pasivo de la Diócesis de Saltillo, al señalar que “las circunstancias eran distintas” a las que hoy mantienen en la cárcel al sacerdote de Piedras Negras, Juan Manuel Riojas Martínez.
“Sencillamente yo enfrente lo que tenía que enfrentar en el momento que esto sucedió con los elementos que yo tenía entonces. ¿Por qué no se siguió el tema? porque la Iglesia aprendió después. No teníamos los instrumentos necesarios para actuar de otra manera”, justificó el prelado.
En agosto del 2017, Vera López aseguró tener miedo de que lo encarcelarán por los casos de pederastia, hechos en los que asegura es inocente de presunto encubrimiento.
Sostuvo que, cuando fue necesario, acudió ante el Ministerio Público en calidad de testigo a hablar sobre los hechos.
#Local ? Por el delito de violación calificada en perjuicio de un menor, ayer se reanudó la audiencia en contra del sacerdote Juan Manuel Riojas Martínez conocido como “Meño”, acusado por el ex seminarista Javier Calzada, de haber abusado de él en 2014. https://t.co/Kvv07217au pic.twitter.com/502YmDwzpV
— Capital Coahuila (@CapitalCoahuila) 19 de septiembre de 2018
Aunque la denuncia fue en 2014, hace un año el obispo asistió a un citatorio de la entonces Procuraduría de Justicia, ahora Fiscalía General del Estado.
“Lo que yo tengo que decir es que los dos sacerdotes acusados fueron procesados por el Derecho Canónico y están suspendidos de sus funciones pastorales; de lo demás yo ya no sé porque no es de mi competencia sino de la autoridad ministerial sancionarlos o castigarlos”, subrayó.
El obispo puntualizó que en el caso de Piedras Negras y el juicio que se le sigue al padre “Meño”, quien se encuentra en prisión enfrentando un proceso penal se tienen importantes avances porque hubo una acusación directa de la víctima.
Dijo que en este momento “gracias a Dios” en México se tienen dos casos muy severos juzgados por la autoridad civil en otras entidades del país. “El que se vive en Coahuila está y sigue caminando; eso es todo lo que tengo que decir”, apuntó.
Admitió que conoce a los sacerdotes abusadores sexuales y sus nombres, pero no tiene en este momento por qué revelarlo, tras asegurar que la Diócesis se está encargando de que ya no se den más abusos en las parroquias un problema que, reconoció, pudiera estarse presentando en la iglesia.
Finalmente negó que a los curas pederastas se les envié a una rehabilitación, para que ya no cometan más abusos sexuales contra menores.