Monclova, Coahuila / 4 Junio 2018
Por: Jesús Medina
El Sector de la Construcción en Coahuila, es de las primeras víctimas colaterales de la Guerra Comercial decretada por el Presidente de Estados Donald Trump, en cuestión de horas, “les tumbó” el éxito financiero obtenido por las exportaciones de varilla a Texas, que de abril y mayo aumentó en un 138%.
Constructores de Coahuila encontraron una gran ventaja financiera al enviar varilla a los Estados Unidos, comprada en nuestro Estado y vendida en dólares a sus similares de la frontera Sur de Texas, pagada en dólares y con garantía de un mercado fijo, ya que desde ese tiempo, Estados Unidos había aplicado aranceles del 25% al acero chino.
Se convirtió para los constructores de Coahuila y Nuevo León en un ganar-ganar, comprada a precio mínimo y pagada con una moneda 20 veces multiplicada en su valor, las ventas por exportación eran tan fuertes que los constructores no se veían afectados por los constantes aumentos de la varilla, hasta un 31% en tres meses fue su incremento, compraban para ellos y de la exportación a Estados Unidos obtenían ganancias muy superiores a las invertidas.
Todo iba bien, hasta que ayer 1 de junio, el Gobierno del Presidente de Estados Unidos Donald Trump, aplicó aranceles del 25 por ciento a los aceros que ingresen de México a ese país, además de gravar al aluminio nacional con un 10%.
Fue un excelente negocio para constructores y vendedores de acero, lograron financiamientos de compras, amortiguaron aumentos y sus almacenes se surtieron con varilla financiada.
Para Ricardo Gutiérrez, Presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en la Región Centro, esto es apenas el principio, las otras ramas de la construcción también se verán afectadas.
Gutiérrez González señala que los constructores encontrarán otros obstáculos por vencer como lo son aumentos a otros insumos derivados del acero que se emplean en la edificación de inmuebles.
Dijo que las estrategias de protección del gobierno federal deben ser más efectivas ahora que la realidad de la guerra comercial nos ha alcanzado.
La rama de la construcción es una de las muchas industrias que se convierten en víctimas, directas y colaterales de la guerra del acero.
En Coahuila, cada una de las cinco regiones tiene dependencia absoluta de la industria del acero, en la Región Centro, se encuentra el eje productor de acero con Altos Hornos de México, en la Carbonífera, la producción de carbón en las minas y en la norte el abastecimiento de carbón para producción de energía eléctrica, mientras que en la sureste la industria automotriz y en el desierto, el ferroducto.
Datos del Inegi revelan que el aumento en los primeros cuatro meses del 2018 el aumento de la varilla fue del 31.5% y que el sector de la construcción en el Norte del país amortiguó los incrementos combinando sus actividades con la exportación de esta a los Estados Unidos..
En cuanto a las exportaciones, fueron las acereras las dominantes en esta actividad, pero constructores se sumaron al envío de varilla a los Estados Unidos con gran éxito financiero.
Con esta actividad comercial a nivel nacional, de la que Coahuila no fue excepción, Estados Unidos desplazó a Chile como segundo mercado de las exportaciones de varilla mexicana. El primer sitio lo ocupa Colombia, con 43 por ciento de las exportaciones.
De acuerdo a fuentes consultadas del Sector Empresarial, las afectaciones en Coahuila serán graves porque de un solo golpe se tumban estructuras financieras sólidas.