Rebasa la capacidad del Museo del Desierto animales que dejan bajo su cuidado por Profepa

Por: David González

Aunque  inició como un centro de reproducción de especies en peligro, el Museo del Desierto se vio rebasado por la cantidad de especies que tiene bajo su resguardo y que les deja la PROFEPA, a tal grado de contar actualmente con más de 500 animales  que le generan al año un gasto para la alimentación de un millón y medio de pesos. 

Arturo González González director de este recinto aceptó que algunos especímenes ya no caben en los espacios destinados para su  reproducción como es el caso de los borregos cimarrón y grandes carnívoros como osos y lobos mexicanos.

Mencionó que si bien algunas especies como los lobos y los perritos de la pradera han tenido mucho éxito en su reproducción y que algunos ejemplares ya fueron devueltos a sus hábitat en el caso de los canino; mientras que con los perrito se han entregado a otros zoológicos más de un centenar pero aún tienen más de 80 en este santuario.

“Estamos buscando justamente espacios fuera del museo para seguir, con los borregos que ya no caben , los lobos ya se regresaron fuera de México pero  hemos tenido mucho éxito con muchas especies que no son nuestras  sino que las trae Profepa”, dijo.

Señaló que se necesita ir creciendo en número y lograr que estén de vuelta en la naturaleza, pero  que actualmente el número rebasa ya las 500 especies entre las que hay serpientes, seis osos, borregos cimarrón, algunos felinos, reptiles y lobos mexicanos.

“El costo apenas lo vimos esta semana es de un millón y medio al año para mantener  a todos estos animales y prepararles la comida que su dieta requiere para cada especie”, añadió.

Recordó que el año pasado se complicó el tema de los recursos ya que debido a los incendios fueron rescatados por la autoridad del medio ambiente muchas especies que tienen que ser resguardadas en este museo de historia natural y de tema paleontológico.

El biólogo lamentó además que en sólo un año llegaron también 14 osos atropellados que no lograron sobrevivir y con lo que preparan una exposición al ser preparados a través de la taxidermia y crear consciencia de no respetar sus área o no disminuir las velocidad en las zonas donde atraviesan estos ejemplares.

El Museo del Desierto cuenta con varias decenas de tortugas que la gente no quiere o abandona y que terminan en su  santuario  a raíz de la irresponsabilidad de sus dueños.

La situación en algunos años se tornó tan complicada que pedían apoyo a la ciudadanía para cooperar para la manutención de los osos con bolsa de alimento y vegetales.