Escritorios llenos de regalos se vieron ayer en la sala de regidores del ayuntamiento local, que sin embargo, lució vacía ante la ausencia de los ediles, que no se presentan a trabajar desde el pasado lunes, cuando el alcalde Isidro López Villarreal recibió licencia para separarse del cargo.
Botellas de licor, cajas de chocolates, bufandas envueltas en celofán y hasta bolos bien surtidos fueron parte de los obsequios que se repartieron entre los regidores y que hasta ayer no habían sido recogidos.
“Es como un reconocimiento al trabajo que durante el año realizamos en el cabildo, sobre todo a los mismos empleados que nos ayudan a sacar la ‘chamba’”, dijo Luis Fernando Aguirre Rodríguez, quien se encargó de vaciar cinco cajas de botellas de vino tinto que repartió entre sus compañeros.