Empleados y promotores de la delegación Coahuila de la Secretaría de Desarrollo Social federal operan un fraude millonario en perjuicio de cientos de ciudadanos incautos, mediante la exigencia de anticipos económicos a cambio de paquetes de construcción y otros beneficios, que nunca se entregan.
El titular de la dependencia, Joel Nochebuena Hernández, desconoce las actividades ilícitas de desleales empleados.
Omar Pecina Martínez, uno de los afectados denunció que en abril pasado, se le acercó Norberto Javier Torres Arévalo, que se identificó como representante de Sedesol federal y le propuso a bajo costo varios paquetes de construcción.
Omar le mostró su interés en la propuesta y días después acudió a las oficinas de la dependencia con Norberto Torres, con dinero en mano, para cerrar el trato.
Ahí se estableció la adquisición de ocho paquetes para construcción con un valor de 130 mil pesos, y el denunciante entregó 15 mil pesos de adelanto.
Norberto tras recibir el recurso, firmó un pagaré, y días después en la oficina de Sedesol, le solicitó otros 10 mil pesos más, para entregarle el material.
Omar le dio los 10 mil pesos, pero al paso de varias semanas sin recibir los paquetes de construcción, fue a las oficinas de Sedesol en busca de Norberto Javier, que se disculpó porque los paquetes prometidos se acabaron, pero le era imposible regresar el recurso.
Omar acudió a la Sedesol federal a demandar le regresaran el dinero, pero fue advertido por funcionarios menores, que Norberto y su banda eran gente peligrosa y con conexiones en la Fiscalía General.
Omar no se dejó amedrentar y acudió a la Fiscalía General, y levantó la denuncia penal, aunque también fue advertido por el Ministerio Público, de que era difícil que ésta procediera, debido a la protección oficial.
El denunciante acudió varias ocasiones a la Sedesol federal en busca de Norberto, pero éste se escondió y sus compañeros lo negaron, bajo el argumento de que renunció.
El afectado dijo que en la Sedesol se encontró con otras víctimas de la estafa de la red de empleados, que conforman una mafia de delincuentes, amparados por una dependencia oficial.
Hasta el momento, la denuncia penal presentada por Pecina Martínez no prospera, y el titular de la oficina federal, Joel Nochebuena, finge no conocer el tema, en clara protección a la red delincuencial, enquistada en sus oficinas.
El millonario fraude será denunciado por los afectados ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en un intento por recuperar el dinero perdido.