Torreón, Coahuila / 22 Octubre 2018
Por: Dámaris Peña
Tras especulaciones de ambientalistas que anunciaron en redes sociales un supuesto cierre de Control Canino para un sacrificio masivo de perros, el regidor Juan José Arellano, miembro de la comisión de Salud Municipal desmintió la acusación y aseguró que solo cerraron sus puertas para hacer la limpieza.
Fue este martes cuando una usuaria de facebook identificada como Mónica Castro señaló en un grupo denominado “Animalitos Laguneros en Apuros” que nuevamente Control Canino estaba operando a puerta cerrada, lo cual señaló como un retroceso e insinuó que esto se debía a que volvían a practicar sacrificio masivo de perros en el lugar.
La señora agregó que temía que se repitiera la matanza masiva de animales como la que se vivió según dijo en enero de este mismo año.
Sin embargo el regidor Juan José Arellano negó que en las instalaciones de Control Canino estén operando actualmente con irregularidades y condenó que algunas personas que se hacen llamar ambientalistas propicien especulaciones erróneas sin falta de pruebas o argumentos.
“Hay personas que no miden el impacto de lo que hablan en redes y señalan lo que no es, lo hemos visto antes, lamentablemente llegan a dañar más de lo que ayudan con su supuesto activismo”, señaló el regidor y también médico veterinario en alusión a la muerte de un veterinario hace unos meses por señalamientos semejantes en redes sociales.
Por otra parte aseguró que únicamente se han dedicado a incinerar los cuerpos de perros muertos que continúan siendo abandonados a las afueras de Control Canino, lo que es un problema de salud pública porque resultan focos de infección ya que las personas irresponsablemente tiran los cuerpos y dejan que se acumulen a las afueras.
El edil agregó que dentro de las acciones que se están planeando es retirar a los animales que ya llevan varios reportes de amenaza en las colonias pero dijo que la intención no es sacrificarlos.
Finalmente hizo un llamado a la ciudadanía a ser responsables y no dejarse guiar por información no verificada que llega a circular en los grupos de ambientalistas a fin de evitar difundir y crear enojo de manera errónea.