Promueven la educación entre niños que acuden al Hospital Universitario Infantil

Torreón, Coahuila / 29 agosto 2018

Por: Dámaris Peña

Félix es un niño muy estudioso a sus escasos 5 años. Ama la escuela y no le teme a las tareas, pero su tratamiento de quimioterapia le impide cursar con regularidad sus estudios en pre escolar. Cada martes, Felix pasa sus mañanas junto a su madre en la sala de espera del Hospital Universitario Infantil, pero desde hace una semana conoció a Claudia Ríos, su maestra, quien ahora lo acompaña en la aula hospitalaria recién inaugurada.

“Él es feliz de estar aquí, llega desesperado de que le abran para empezar a trabajar”, asegura su madre mientras lo observa con orgullo.

Félix pertenece a los 19 pacientes que acuden con regularidad al hospital a sus tratamientos y revisiones y es al que más le gusta aprender. “Es muy valiente”, afirma su maestra Claudia.

Para la mayoría de los niños de su edad, cursar el pre escolar transcurre sin más complicación que la de levantarse temprano y mantener limpio su uniforme, sin embargo para Félix, implica no asistir a su escuela los martes y enfrentar los síntomas y secuelas de la quimioterápia semana tras semana, por ya poco más de un año.

Maestras como Claudia Ríos, han encontrado en estas aulas hospitalarias una vocación que a veces no se encuentra al trabajar como maestra de educación especial en una escuela regular.

“Es mi primera experiencia como maestra dentro de un hospital, y es algo que no se compara con nada, todos son niños muy valientes, me enseñan mucho de la vida y me hacen mejorar como docente” menciona Claudia.

Durante 9 años, niños pacientes de la clínica 16 han recibido educación al pie de sus camas, para prevenir el rezago escolar y otorgarles el derecho a la educación que por ley les corresponde, sin importar la condición en la que se encuentren.

Felix es un niño feliz, muy despierto y receptivo a todo lo que le enseñen, desde el abecedario hasta los números y la geometría, pero como cualquier niño, los pacientes del Hopital Universitario Infantil son muy distintos entre sí aunque compartan una misma rutina en las salas de espera.

“Hay de todo, hay niños como Félix que les encanta que les enseñes y aprender cosas nuevas y hay otros que les da flojera y me dicen ‘no maestra, no tengo ganas de estudiar me da flojera’, al final son niños con diferentes gustos y como en todos lados habrá a quien no le guste estudiar.”

Por su parte, la madre de Félix considera que el hecho de que su hijo pueda faltar a la escuela sin perder clases es una ventaja, más porque conoce a su hijo y sabe que le gusta estudiar e ir a la escuela.