Privilegia Isidro giros negros de sus familiares

El alcalde Isidro López Villarreal fue acusado por la coordinadora de la Fracción del PRI en el cabildo saltillense, Mayela Hernández, de privilegiar a su familia con concesiones de alcoholes, a los que también les aprobó un reglamento a modo para que puedan cambiar el giro de sus negocios en el momento en que así lo deseen.

Hernández dijo que durante la aprobación en el cambio de horario para la venta de alcohol, el edil no votó por tener conflicto de intereses.

“El alcalde, al igual que el regidor presidente de la Comisión de Alcoholes, Eduardo de la Peña, están impedidos por la ley de Responsabilidades, aunque no lo haya querido aceptar públicamente porque eso les genera un problema legal”, expresó.

Señaló que al regidor de la Peña se le puede iniciar un procedimiento por votar a favor del cambio de horario en la venta de alcohol, en tanto que sus hijos son socios en algunos negocios que recientemente se aperturaron tras entregarles la concesión.

“Y no lo digo yo. Eso está documentado y el mismo alcalde lo ha dicho públicamente junto con sus socios los nombres de equis negocios en los que ha invertido su familia”, aclaró.

Dijo que de acuerdo a información comentada por el mismo Presidente Municipal, negocios como el Prive, El Torito, Life, Tuétanos y otros más, son propiedad de los hijos de López Villarreal, que se han asociado con la familia de la Peña y otros panistas.

“El problema es que cuando reforman el reglamento de alcoholes no lo hacen con la visión de proteger a la ciudadanía, sino de favorecer sus negocios, como ha sucedido en este tema de la ampliación en el horario para la venta de bebidas embriagantes”, lamentó.

Hernández lamentó que haya habido otros cambios en el reglamento como el de disminuir la distancia entre las escuelas y un expendio de alcohol. “Antes eran 150 metros y se redujo a 100 metros.

Es una incongruencia al decir que combaten un problema, pero le abonan por otro lado”.

Indicó también que el cambio de giro es negativo porque en el caso de los restaurant bar pueden convertirse en cabaret, sin que para ello tengan que dar concesiones. “sólo cobrarán una cantidad y listo.

Así es como trabajan ellos. Todo está amañado”, sentenció.

SIG