Pestilencia del Bravo se expande por Acuña

Ricardo Ramírez

La dirección de Protección Civil y Bomberos de Ciudad Acuña, confirmó que los olores extraños percibidos en la localidad son consecuencia del bajo nivel del caudal en el río Bravo. 

Esta determinación surge en respuesta a las inquietudes de la población, que había reportado mediante redes sociales, un olor extraño en la ciudad desde hace varias semanas. Así se dio a conocer mediante un comunicado.

Ante esto, durante la última semana, el equipo de Protección Civil realizó un exhaustivo monitoreo en diversas áreas, incluyendo la industria maquiladora y la planta tratadora de aguas residuales. Los resultados indican que no existe ningún riesgo para la salud pública, asegurando así la tranquilidad de los ciudadanos.

La Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) también fue consultada, confirmando que la situación no representa un peligro. Se explicó que, debido a la disminución del caudal, la vegetación y las algas acuáticas han quedado expuestas, lo que ha generado un olor diferente al habitual, pero inofensivo.

Desde el 24 de septiembre, se ha observado un cambio en la dirección de los vientos, que han pasado de soplar de México hacia Estados Unidos a fluir de noreste a noroeste, lo que también ha influido en la dispersión de los olores. 

La dirección de Protección Civil y Bomberos mantendrá su monitoreo constante para garantizar la seguridad y bienestar de los habitantes de Acuña.