VÍCTOR BARRÓN
En la actividad de la prueba piloto para el regreso a clases en Coahuila, escuelas de la región Lagunera como la secundaria Eva Sámano de López Mateos se solidarizaron con los padres de familia y para no afectar su economía, flexibilizaron cuestiones como la del atuendo adaptado como uniforme escolar.
Por tal motivo, a los estudiantes les fue permitido el ingreso a las instalaciones sustituyendo la camisa y blusa con el escudo de la institución, así como el pantalón color caqui y la falda tableada, por playera tipo polo blanca y pantalón de mezclilla de corte recto, según explicó el profesor Salvador Muñoz, subdirector de la escuela.
En esta primera etapa del plan piloto, la secundaria Eva Sámano recibió únicamente a sus alumnos de tercer grado, en grupos reducidos al 25 por ciento.
Y entre los estudiantes de este nivel, hubo numerosos casos de jóvenes que tras más de un año de no usarlo, descubrieron que el uniforme ya no les quedaba.
De ahí la necesidad de ser flexibles con los padres de familia de las escuelas que fueron seleccionadas para el regreso a clases, permitiendo incluso que los estudiantes asistan con calzado deportivo.
Mencionó que independientemente del tema del uniforme, se siguen respetando otros puntos del reglamento escolar como portar playera fajada, cola de caballo y moño con listón blanco en el caso de las alumnas y corte de cabello natural oscuro en los varones.
La institución cuenta con filtro sanitario a la entrada de sus instalaciones y los alumnos son citados en horario escalonado para evitar aglomeraciones al momento de su ingreso.
En el formato presencial, los estudiantes cursan cuatro materias en un horario máximo de cuatro horas por día en el salón de clases.