Pasan víacrucis para cobrar becas de Sí Confío

Un verdadero víacrucis es el que padecen cada tres meses beneficiarios del programa de becas Sí Confío, que dirige el Ayuntamiento de Saltillo a través del DIF local a personas de escasos recursos, quienes tienen que sufrir hambre y frío antes de recibir el apoyo de mil 200 pesos.

Hasta el Biblioparque Norte, niños, adultos de la tercera edad y discapacitados son citados desde las 05:00 horas por el personal del DIF para que “estén listos” y ordenados cuando llegue el alcalde, cuatro horas después.

“Yo vengo desde el fraccionamiento Lamadrid, me vine con mi sobrina porque no tengo dinero y se supone que hoy me darían el apoyo; son mil 200, el problema es que dicen ellos que no firmé antes y tengo que ir a las oficinas para que me entreguen el cheque”, explicó una mujer de 80 años a la que regresaron sin entregarle el beneficio.

Ella, como muchos, fue convocada para el 8 de septiembre.

“Ellos no entienden que no me puedo mover tan fácilmente. ¿Ahorita cómo me regreso a mi casa, sin dinero, sin almorzar, con frío?, ¿por qué no nos consideran?”, cuestionó.

“Nos humillan porque saben que somos gente pobre, que necesitamos los centavos y no se ponen a pensar todo lo que padecemos por no tener para poder venir hasta acá o ir al DIF a firmar un papel. Me dan ganas de llorar”, confesó.

Los beneficiarios del programa, que son más de 3 mil 400, sufren no sólo las inclemencias del tiempo, sino que deben soportar maltratos y regaños para acceder al recursos que se les entregan cada tres meses.

“Y ni modo, así se tiene que aguantar uno por la necesidad, pero no es justo, porque el dinero no es de ellos; ojalá pudieran cambiar sus modales y tratar mejor a las personas, porque son autoridad y nos humillan, y no podemos decir nada porque nos sacan de la lista”, denunció otra mujer que prefirió omitir su nombre por temor a represalías de las autoridades municipales.

SIG