Ocupa Saltillo último lugar en clasificación de ciclociudades

Por: David González

Fue en 2011, durante la administración pasada que arrancó uno de los proyectos de movilidad más importantes para Saltillo.

Una ciclovía, que permitiría en sus 43 kilómetros de distancia lineal, conectar los cuatro puntos cardinales de la capital con carriles especiales para utilizar de manera segura la bicicleta como transporte diario.

Sin embargo, a seis años de concretarse este programa ecológico y sustentable, la mayor parte está a punto de desaparecer, luego que la infraestructura que la conformaba quedó en el olvido por la presente administración que encabeza Isidro López.

Mariano Suarez, encargado de un taller de bicicletas y fundador del Club Bikes del Oriente, lamentó la renuencia de este gobierno para respaldar políticas públicas y presupuesto a esta obra y la falta de promoción para cambiar el automóvil por la bicicleta. Recordó que fue precisamente hace un sexenio que el fenómeno ciclista creció con la creación de ciclovías en varias partes de la ciudad, pero que con el paso de los años, simplemente se fue a la basura.

Señaló al actual alcalde Isidro López Villarreal como el responsable de dar “el último tiro”, a la ciclovía que en varios tramos –principalmente del oriente– ya desapareció.

Recordó que esta ruta ciclista beneficiaba a alrededor de ocho mil personas que dejaban el transporte público y el carro para montarse de manera segura en una bicicleta.

Denunció que el municipio de Saltillo no le asigna un presupuesto real y constante a este programa y que queda evidenciado en los rankings nacionales que en este tema se realiza.

Por último, advirtió que es responsabilidad del ayuntamiento local brindar la seguridad que el ciclista requiere y que en el actual estado que está la ciclovía no se garantiza este derecho, y que al contrario pone en riesgo la pobre infraestructura que aún queda al usuario de esta red lineal.

Una de 30 ciudades

En agosto del 2011 se inauguró el primer tramo de la ciclovía que en un inicio abarcaba sólo 15 kilómetros lineales, pero que ante la aceptación y éxito de este programa conectó los principales puntos de trabajo y universidades hasta llegar a los 43 kilómetros de longitud.

La obra se extendió al oriente por Otilio González, y en el centro, de Gobierno hasta conectar ambos puntos con el periférico, mientras que para el poniente se juntaron estos puntos para desembocar en la zona universitaria de Campo Redondo y otro en la Zona Dorada de Rectoría de la Universidad Autónoma de Coahuila. La ciclovía fue respaldada con pintura termoplástica, banquetas protectoras, señalización y semaforización, de los que ahora sólo quedan unos cuantos vestigios.

Es la parte del oriente de Otilio González y los kilómetros lineales del periférico Luis Echeverría Álvarez los que desaparecieron y que ahora dejan sin protección a los ciclistas, en su mayoría trabajadores que usan este medio como su transporte.

En extinción

Desde 2014 se publica el ranking de las ciclociudades que son evaluadas de acuerdo con la calidad de la infraestructura y las políticas públicas para conservar a la bicicleta como medio de transporte.

Desde ese año Saltillo figuró entre los 30 municipios con este sistema, cuando ocupó los primeros 10 lugares, pero conforme avanzó el tiempo, la localidad cayó al sótano, al perder puntos por la falta de infraestructura y no crecer las ciclovías frente a ciudades como Aguascalientes, Ciudad de México, Puebla, León y Tlaxcala, que son extensamente bicicleteros.