Por: Miroslava Zapata
Tras los resultados emitidos por el Instituto Electoral de Coahuila que le dieron el triunfo al priista Miguel Riquelme, el gobernador tomara posesión del cargo el 1 de diciembre; en tanto, el alcalde electo de Saltillo, Manolo Jiménez, lo hará el 1 de enero de 2018.
El párroco de San Nicolás Tolentino, Alberto José Velázquez Tetatzin, señaló que el reto más grande para los nuevos gobernantes será combatir la pobreza extrema y hacer el mayor esfuerzo para erradicar esta condición social en la que aún viven miles de coahuilenses.
“Deberá hacer hasta lo imposible para que ya no existan personas viviendo en jacales, que no cuentan con los servicios de agua, luz y gas”, refirió.
El religioso agregó que la administración entrante deberá trabajar en ofrecerle una vivienda digna a los coahuilenses que tienen aún carencias.
Añadió que el gobierno apoye económicamente a las asociaciones dedicadas a ayudar a la población más vulnerable.
“En este templo a las 9:00 y 13:00 horas damos servicio de alimento gratuito a las personas de escasos recursos, este programa ha salido adelante gracias a las aportaciones de la gente, no del gobierno”.
Agregó que todo gobierno debe actuar siempre con preocupación por la niñez, al señalar que los menores no sólo son el futuro, sino también el sector más vulnerable.
Por su parte, el pastor de la congregación Cristo Vive, Natan Fuentes Soto, aseguró que en el templo han orado mucho y piden al nuevo gobernante que tenga en mente que si él ganó fue porque así lo quiso Dios.
“El nuevo gobernador tendrá un reto que es el dirigirse siempre hacía el prójimo con amor y no perder jamás la humildad”.
Para el pastor es muy importante la oración y por ello invitó a los cristianos al templo para orar, asegura que el cambio del estado no sólo está en sus gobernantes, sino también en los pobladores que al estar más cerca de Dios optarán por buscar la paz y tranquilidad.