Llama obispo a periodistas a comunicar con esperanza

Miguel Villarello

En el cuarto domingo de Adviento y a pocos días de la celebración de la Navidad, el obispo Hilario González dirigió un mensaje especial a periodistas y trabajadores de los medios de comunicación, a quienes impartió una bendición y exhortó a asumir su labor con integridad, fidelidad y esperanza, inspirados en la figura bíblica del ángel como mensajero.

Durante su reflexión, el obispo subrayó que en los relatos del Evangelio aparecen los ángeles como comunicadores auténticos del plan divino.

Recordó al arcángel Gabriel en el Evangelio de Lucas y al ángel que se aparece a José en el Evangelio de Mateo, destacando que su misión siempre es comunicar con verdad aquello que han contemplado frente al creador, incluso cuando el mensaje es difícil o desafiante.

“Ángel significa mensajero”, señaló, invitando a los comunicadores a ser “buenos ángeles para la sociedad: personas que asumen lo que ven y escuchan, lo elaboran con responsabilidad y lo transmiten con fidelidad, sin perder nunca la esperanza”.

Además, reconoció que muchas veces las noticias son duras o tristes, pero insistió con, que siempre debe haber un horizonte de esperanza al comunicar.

En su mensaje también retomó el llamado del papa al desarme, no solo de las armas materiales, sino también de las “armas morales”, como el lenguaje agresivo o los discursos que dividen.

Exhortó a “desarmar la palabra y las actitudes para que la comunicación contribuya a la paz y no a la discordia”.

Durante la oración y bendición, el obispo pidió por todos los periodistas y trabajadores de los medios, “para que Jesús, luz del mundo, los ilumine con su verdad y los fortalezca en medio del ajetreo, la confusión, las críticas y las dificultades que enfrentan en su labor diaria”.

Incluso rogó para que “sus palabras y reportajes siembren semillas de paz, bondad y esperanza, y no de desesperanza o confrontación”.

Asimismo, los animó a mantenerse vigilantes no sólo a nivel profesional, sino también espiritual, para reconocer la presencia divina en los acontecimientos cotidianos y en las personas, ayudando así a la sociedad a estar mejor preparada para la llegada del Señor.

Retomó los personajes del cuarto domingo de Adviento, el obispo destacó tres actitudes clave para la vida cristiana y, en especial, para la comunicación: como el ángel, comunicar el buen mensaje con verdad; como María, saber recibir el mensaje divino, escucharlo con piedad y encarnarlo en la propia vida; y como José, proteger y acompañar el plan divino y a las personas que se nos confían.

Con la bendición final, encomendó “al creador el trabajo, las familias y la misión de los comunicadores, deseándoles que en este tiempo de Navidad sean mensajeros de esperanza para la sociedad”.