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“La seguridad está por encima de la política”

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09 de Mayo 2023

Néstor González

Segunda parte

Para elementos como Óscar, la política es una cuestión que está fuera de su ámbito. Como los demás policías que patrullan esta zona fronteriza, el sentido del deber se superpone a cualquier discusión sobre partidos políticos y elecciones. Después de todo, el arriesgar su integridad y su vida a diario, les ha permitido generar una lealtad a su objetivo, que es mantener a Coahuila en paz.

“Las estadísticas hablan y el estado de Coahuila es uno de los más seguros dentro del país, y no es por hacer mención de otras cuestiones, simplemente que nosotros estamos aquí para proteger y servir, lo hemos hecho durante años…”, señala el joven oficial.

Al caminar en el filtro de seguridad ubicado justo en los límites de la franja que corresponde a Nuevo León, en el municipio de Hidalgo, una alfombra de cientos de casquillos percutidos se confunde con el polvo y las piedras del lugar.

Son frecuentes los ataques de grupos de delincuentes que llegan a través de casi un millar de brechas a lo largo y ancho de este territorio, lo que hace imposible su vigilancia permanente.

Es por ello que, a diario, apoyados por vigilancia aérea con helicópteros y drones equipados con visión nocturna, los cuerpos de seguridad barren una cantidad importante en la búsqueda de delincuentes o migrantes, quienes son víctimas de estos grupos criminales.

Wendy forma parte de cerca de un centenar de elementos destacamentados en Piedras Negras para brindar vigilancia a la región 24/7.

Es madre de cuatro hijos, quienes viven en la Región Laguna, de donde es originaria. De los ocho años que lleva como policía estatal, seis los ha pasado en la frontera norte.

“Lo más difícil es yo como madre soltera dejar a tus hijos, pero pues me gusta mucho mi trabajo y por eso le echo ganas”.

Le ha tocado vivir un enfrentamiento, quizás el más trágicamente recordado, el ataque a Villa Unión, el 30 de noviembre de 2019, donde perdieron la vida cuatro de sus compañeros.

Ese día fue trasladada en helicóptero hasta ese punto, y participó en la refriega contra decenas de sicarios del Cártel del Noreste.

“La mera verdad no pensé. Como que con la adrenalina se te olvida todo y te enfocas a lo que vas”.

Como madre de familia, ha sido duro para ella no dedicarle el tiempo a sus hijos, sin embargo, está consciente de que su obligación es mantener a salvo a su gente.

“Sí, de hecho, por lo regular, hasta ahorita que tengo uso de razón, un solo 10 de mayo lo he pasado en mi casa, desde que tengo aquí en la Policía”.

Jorge es artillero de uno de los vehículos blindados conocidos como “Mamba”, que recorren brechas y la carretera. Tiene un año dentro de la Policía Especializada de Coahuila. Su familia está en Ciudad Frontera, de donde es originario.

-¿A quién dejaste allá?

“A la familia, hijos y esposa”.

-¿Y qué te dicen?

“Pues que me cuide, todo el tiempo que ande alerta y así debe de ser, siempre (…) sí se siente un poco de incertidumbre, pero confiamos en que todo salga bien”.

A él y a sus compañeros les acaban de dotar de nuevo armamento, una Iwi Galil .223, de fabricación israelí. Ellos, dice, se sienten protegidos con que se les brinden las herramientas necesarias para su trabajo.

“Coahuila le invierte a la seguridad y la seguridad es para el bien de todos y de nuestras familias, ¿verdad?”.

La vida de los elementos policiacos aquí no es fácil. A los riesgos latentes, que les obligan a mantener sus cinco sentidos en su entorno, se le suman las temperaturas inclementes, que van de lo gélido en invierno, a más de 40 grados en verano.

El equipo, entre chaleco antibalas, arma larga, pistola, cargadores, munición, equipo de comunicación, uniforme y casco, le da a cada elemento entre 25 y 30 kilos extra de peso.

Desde este fin de semana, y derivado de la violencia que vive Tamaulipas, se ha incrementado el patrullaje, y Grupo Región fue invitado a hacer un recorrido por la Ribereña y algunas brechas de esa frontera.

Se nos invita a hacer el recorrido a bordo de uno de los vehículos blindados, que muestra los rastros de batallas pasadas: el cristal blindado y la puerta del copiloto tiene varios impactos de bala hechos por delincuentes que, sin duda, saben disparar, pues los impactos están bien colocados.

El ingreso por una de las brechas que da al Río Bravo se hace con cautela. El helicóptero ya sobrevoló el área y no reportó ningún riesgo aparente. Aun así, una decena de vehículos, entre “Mambas” y camionetas blindadas, se hace despacio. Al llegar a la ribereña, varios agentes de la PEC, la PAR y la Agencia de Investigación Criminal salen de los vehículos y toman posiciones. No está de más, teniendo en cuenta que estamos a unos 20 minutos de Nuevo Laredo, donde la realidad es muy distinta a Coahuila, y son los delincuentes quienes imponen su ley.

Aquí el negocio del tráfico de migrantes ha demostrado ser más redituable que el de las drogas, y la delincuencia también ha tomado el control de esta actividad ilícita, por lo que los cuerpos de seguridad están alertas.

“Esas acciones también nos pertenecen, y hacemos lo posible por rescatar a esas personas, ya sean indocumentados o mismas personas mexicanas”.

Contrario a lo que sucedía en años anteriores, la gente observa una diferencia entre lo que significa llegar a Coahuila, y no ve con malos ojos los operativos de presencia y disuasión, que pretenden, más allá del entorno político, mantener a la entidad como una isla en el mar de violencia que azota a México.