Saltillo, Coahuila / 9 de Marzo 2020
Por: Redacción
El próximo 7 de junio, más de 2 millones 240 mil coahuilenses estarán en posibilidades de salir a votar para determinar la nueva conformación del Congreso del Estado de Coahuila, en una elección que plantea retos determinantes para los partidos que toman parte en el actual proceso electoral.
En este, se elegirán 16 diputados locales de mayoría y 9 de representación proporcional o plurinominales que integrarán la LXII Legislatura.
Actualmente, la representación de las fuerzas políticas es la siguiente: PRI, 10 diputados; PAN, 9 diputados; UDC, 2 diputados; PRD, 1 diputado; Morena, 1 diputado y 2 diputados Independientes. De éstos últimos, Édgar Sánchez dejó el grupo parlamentario de UDC y Benito Ramírez hizo lo propio con el de Morena.
Por género, la mayoría es para las mujeres, que ocupan 14 posiciones, contra 11 que son ocupadas por hombres.
A la fecha y de acuerdo a José Luis Vázquez, Vocal Ejecutivo del INE en Coahuila, la preparación para el proceso avanza sin contratiempos. Si bien aún no se define el número de casillas que se instalarán, se calcula que unos 27 mil ciudadanos sean convocados a formar parte de las mesas directivas de las mismas.
El plazo para la emisión de nuevas credenciales de elector está cerrado y las que se tramiten en esta modalidad se entregarán hasta el 8 de junio próximo, una vez pasada la elección.
Actualmente y para la jornada electoral del 7 de junio, solo se llevan a cabo reimpresiones que no impliquen ningún cambio en la información que contienen o en la fotografía.
De acuerdo a Vázquez López, no hay ningún foco rojo en materia de seguridad en el estado para los trabajos preelectorales que se llevan a cabo, ni para la celebración de la elección y ante la llegada del coronavirus al país, el personal del INE en Coahuila sigue ya un protocolo nacional de actuación para evitar ser contagiados o convertirse en fuente de transmisión de este padecimiento.
PRI, POR RECUPERAR LA MAYORÍA
Para la contienda electoral que inició con el año en el estado y cuya jornada de votación será el 7 de junio, cada partido tiene un reto: Para el PRI, por ejemplo, recuperar la histórica mayoría que había tenido en el Legislativo local, al mismo tiempo que pondrá a prueba su arraigo entre el electorado de Coahuila, único estado que hasta ahora solo ha sido gobernado por el tricolor.
En la elección de 2017, de 16 posiciones en juego solo ganaron 7. El distrito 2 con Esperanza Chapa, el 6 con Josefina Garza, el 7 con Graciela Fernández, el 12 con Lilia Gutiérrez, el 13 con Jaime Bueno, el 15 con Azucena Ramos y el 16 con Samuel Rodríguez.
A ello sumaron 3 posiciones plurinominales: Diana Patricia González Soto, Jesús Berino Granados y Verónica Boreque Martínez González.
Esta representación llevó al tricolor a compartir la Presidencia de la Junta de Gobierno y a encabezarla solo el primer año de la presente legislatura (2018), primero con Samuel Rodríguez y tras su licencia, por Jaime Bueno Zertuche.
A este proceso, el tricolor solo buscará la reelección en uno de los distritos: el 2, con cabecera en Piedras Negras y como candidata Esperanza Chapa, cuñada del actual alcalde de esta frontera por Morena, Claudio Bres.
A los otros 15 Distritos el PRI lanzará a figuras importantes de su partido y con experiencia en lides electorales.
Salvo Álvaro Moreira, todos han sido candidatos y nueve de ellos ya han sido legisladores.
Todos identificados como parte del grupo político que encabeza el gobernador Miguel Riquelme y en donde destaca Eduardo Olmos, quien apunta para ser el próximo Presidente del Congreso local.
PAN, A MANTENERSE
COMO SEGUNDA FUERZA
Para el PAN en cambio y luego del auge que tuvo en la elección de 2017, cuando su candidato Guillermo Anaya se quedó a solo 30 mil votos de lograr el triunfo por la gubernatura del estado, además de ganar alcaldías y diputaciones locales, su handicap parece ser el de conservar su posición como segunda fuerza electoral en el estado.
Actualmente tiene 9 diputados en el Congreso local.
Seis ganaron por mayoría: Rosa Nilda González, en el Distrito V; Marcelo Torres, Fernando Izaguirre, Blanca Eppen y María Eugenia Cázares lo hicieron en los Distritos VIII, IX, X y XI, mientras que Juan Carlos Guerra lo hizo en el XIV.
Por la vía plurinominal, llegaron al Congreso Gerardo Aguado, Gabriela Zapopan Garza Galván y Juan Antonio García Villa.
Por su representación, encabezó la Junta de Gobierno en el segundo año de la legislatura (2019) con Marcelo Torres Cofiño.
Sin embargo, a casi tres años de este resultado, la situación para Acción Nacional ha cambiado: Luis Fernando Salazar, una de sus principales figuras, dejó su partido luego de la elección de 2018, para sumarse ya como candidato electo a la bancada de Morena. Sus diferencias con el ex candidato Guillermo Anaya lo llevaron a dejar más de 20 años de militancia albiazul.
A esa fractura, se suma la que se dio con la renovación de la dirigencia estatal a la que llegó Jesús De León Tello, que en una controvertida y cuestionada elección interna, resultó triunfador vía los tribunales sobre Mario Dávila Delgado, impulsado por quien es considerado el líder moral del PAN en las regiones Centro, Carbonífera y Norte del estado, el alcalde de Monclova, Alfredo Paredes López.
Dávila Delgado sostuvo todo el tiempo: “me robaron la elección”.
Por si fuera poco, hace una semana los dejó un aliado más: Evaristo Lenin Pérez Rivera, quien dejó la bancada del PAN en el Congreso federal apenas unas horas después de darse a conocer también la ruptura de la alianza PAN-UDC, -partido de Pérez Rivera- para la elección de este año.
La crisis de Acción Nacional se refleja además en la elección de sus candidatos: de sus actuales figuras, por la reelección solo irán Fernando Izaguirre y Maru Cázares. El actual plurinominal Gerardo Aguado buscará repetir como diputado pero ahora por la vía de mayoría en el Distrito VIII.
Rosa Nilda González, Marcelo Torres, Blanca Eppen y Juan Carlos Guerra han descartado participar en la contienda que se avecina.
Si bien al inicio del proceso, Jesús De León manifestó que su partido echaría mano de sus mejores cuadros, entre los que mencionó a los alcaldes Jorge Zermeño, de Torreón; Alfredo Paredes, de Monclova y Julio Long, de San Juan Sabinas, ninguno de ellos mostró disposición a dejar sus actuales encargos para contender a diputados locales.
Otras figuras importantes del panismo también evitaron las urnas: Guillermo Anaya, Ernesto Saro, Teresa Romo, Carlos Orta y Esther Quintana, entre otros.
Anaya buscará llegar al Congreso por la vía plurinominal; en esa misma lista, Saro prefirió asegurar un lugar para Mayra Valdez, gente de su equipo desde sus tiempos de alcalde.
Caso aparte el de Bernardo González, ex dirigente estatal de ese partido y quien no solo evitó la contienda electoral sino que aceptó ser designado Magistrado laboral del Tribunal Superior de Justicia, donde hoy transita agazapado ante los recurrentes cuestionamientos sobre la legitimidad de su nuevo encargo.
Así entonces, salvo los perfiles competitivos de Cázarez, Izaguirre y Aguado, el proceso interno que actualmente lleva a cabo el albiazul para elegir a sus abanderados, deja ver a figuras menores que no tienen posibilidades de ganar una elección.
Incluso en el sureste, Lourdes Naranjo, esposa del ex alcalde de Saltillo y ex precandidato a gobernador Isidro López Villarreal, es un reflejo de la crisis al interior del PAN. Todo apunta a que podría aparecer como candidata de Morena.
El resultado del próximo proceso electoral podría ocasionar que la representación del PAN al interior del Congreso caiga en un 50 % o más. Una combinación de resultados podría dejarlos con solo 2 legisladores como ya ha ocurrido en el pasado.
POCOS VOTOS Y MUCHOS PARTIDOS;
UDC, A MANTENER SU REGISTRO
Si bien la lista nominal para la jornada electoral del 7 de junio podría llegar a los dos millones 240 mil electores, -como lo anticipa el Vocal Ejecutivo del INE, José Luis Vázquez-, la expectativa de participación en una elección de esta naturaleza, en la que solo se eligen diputados locales, no es alta.
En 2014, en condiciones similares, apenas alcanzó el 39 % de participación ciudadana y para esta contienda, analistas políticos prevén una participación de entre un 32 a un 35 %.
Esto contrasta con los 11 partidos políticos que toman parte en el proceso.
7 de ellos con registro nacional: Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido del Trabajo (PT), Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Movimiento Ciudadano (MC) y Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Y 4 con registro estatal: Unidad Democrática de Coahuila (UDC), Partido de la Revolución Coahuilense (PRC), Partido Unidos y Partido Emiliano Zapata.
La baja participación que se anticipa, sumada al protagonismo de Morena luego de la elección del 2018, se constituye en un riesgo de pérdida de registro para los partidos estatales y el más significativo de ellos es Unidad Democrática de Coahuila, cuyo bastión está en el municipio de Acuña y que por su alianza con el PAN, alcanzó posiciones en la región Carbonífera.
Para mantener su registro, estos partidos deberán alcanzar una votación de al menos el 3 por ciento de los votos sufragados, lo que les significaría obtener entre 23 y 25 mil votos en los diferentes distritos.
Si las recientes encuestas reflejan la realidad del electorado y efectivamente Morena tiene intenciones del voto que promedian el 25 por ciento de las preferencias, tanto UDC, como Unidos, Emiliano Zapata y PRC están en riesgo de perder su registro, como ha sucedido ya en el pasado con estos últimos tres institutos políticos.
Como ejemplo, una contienda muy cerrada en Acuña, -bastión udecista- entre el PRI y UDC –ya sin el PAN- podría incluso generar que triunfara Morena.
En el resto del estado la situación es más compleja. El buen momento del partido que llevó a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República, así como a arrasar en la Cámara de Diputados, Senadores y gubernaturas en juego en el 2018, sumado al hecho de que el tricolor sea el único que cuente con una estructura capaz de salir a competir en una elección de baja participación, tiene a los partidos estatales en el umbral no solo de no llegar al Congreso local, sino de perder el registro.
Irónicamente, UDC podría pasar de ser la tercera fuerza política en el estado y haber alcanzado a presidir la Junta de Gobierno en el Congreso local, a no tener diputados en la siguiente legislatura y a quedarse sin registro.
LOS ANTECEDENTES
En la última elección (en 2018, para elegir Presidente de la República, Senadores, Diputados federales y alcaldes en el estado) el saldo para el Revolucionario Institucional fue negativo: su candidato presidencial, José Antonio Meade, sumó poco más de 358 mil votos, apenas un 26.12 por ciento de la votación total en el estado, muy por debajo de los más de 608 mil que obtuvo Andrés Manuel López Obrador.
El PRI perdió además 5 de las 7 diputaciones federales.
Como en los últimos 18 años, fue derrotado en la elección para Senador por la República. Esta vez por el candidato de Morena, Armando Guadiana Tijerina.
En lo local, no pudo recuperar importantes ciudades como Torreón y Monclova, gobernadas por el PAN; tampoco Sabinas, San Juan de Sabinas y Acuña, donde una vez más ganó la alianza PAN-UDC y además perdió con Morena el municipio de Piedras Negras, único de la frontera mexicana en donde no se había dado la alternancia.
Su único saldo a favor fue Saltillo, en donde el priísta Manolo Jiménez no solo refrendó su triunfo, sino que incluso incrementó la votación a su favor a pesar del fenómeno AMLO y ganó en los Distritos 4 y 7 con Martha Garay y Fernando De las Fuentes.
El PAN también también tuvo pérdidas considerables: su candidato presidencial, Ricardo Anaya, sumó solo 307 mil votos, con lo que ocupó el tercer lugar en Coahuila.
Guillermo Anaya, candidato al Senado, fue lanzado al tercer lugar, por debajo de Armando Guadiana, de Morena y de Verónica Martínez, que ocupó el segundo sitio. Las últimas tres elecciones para Senador habían sido ganadas por Acción Nacional.
En las diputaciones federales no les fue mejor: solo ganaron dos Distritos: el I en alianza con UDC y con Lenin Pérez como candidato y el V con Luis Fernando Salazar. Hoy ambos están fuera de la bancada y solo quedó Silvia Garza, quien llegó como plurinominal.
En la elección para alcalde de Saltillo, se fue hasta el tercer lugar con Carlos Orta como candidato, quien fue superado por Jiménez Salinas y por Oscar Mohamar, que postulado por Morena ocupó la segunda posición.