Por: Miroslava Zapata
“¡Viva México!”, fue la expresión que emitió Raúl Vera, obispo de Saltillo, tras preguntarle su opinión sobre la retención de toneladas de ayuda que realizó el gobierno municipal de Saltillo –encabezado por Isidro López– al resguardarla en una bodega ubicada al sur de la ciudad, con el argumento de que no había recursos para enviar las donaciones a la zona de desastre.
Con un rostro de asombro, Vera López dejó en claro que esta era una acción que no podría ser tolerada y menos si con ella se traía el dañar a personas que son vulnerables después de una tragedia.
Además, el líder católico calificó este acto como una burla, tanto para las personas que habían realizado donaciones de corazón como para los afectados. Tras dar su opinión, se limitó a condenar estos actos, momento en el que también señaló que “lamentablemente estas situaciones sólo ocurrían en nuestro país”.
Finalmente, comentó que aunque la ayuda ya haya sido enviada a su lugar de destino, eso no borraría la imagen que esta acción dejó ante el pueblo coahuilense.
Critica al INE A 25 días de la toma de protesta del nuevo gobernador del estado, aún se desconoce cuál es su nombre, ante esto el obispo de Saltillo calificó a esta situación como una burla.
Agregó que todos estos actos que se realizan sirven a los políticos para calcular los terrenos que se tendrán en las elecciones de 2018. Para el obispo, estas acciones de indecisión no son otra cosa más que una burla para el pueblo coahuilense, pues dejan al descubierto la falta de compromiso de las autoridades y gobernantes.
“Con estas acciones dejan mucho a interpretar, pues se puede pensar que el tiempo sólo les indica que cartas hay que jugar”, lamentó el presbítero saltillense.
Además, consideró urgente que se revele el nombre del nuevo gobernante de la entidad, “aunque su triunfo haya sido arreglado”, pues calificó como una falta de respeto a los habitantes de la entidad que todavía no se decida el nombre del gobernador electo.