El subdirector operativo de la Policía Municipal, Roberto Castro Sifuentes, informó que Safari Fest, donde fueron detenidos más de 300 menores ingiriendo bebidas embriagantes, no tiene permiso ni licencia para operar como salón de fiestas.
“Ésta es una investigación que ya está en manos de la Procuraduría de Justicia del Estado (PGJE) para saber quién es el propietario o el responsable de este delito de perversión de menores”, dijo el funcionario.
El funcionario agregó que, según el conteo final, fueron 441 las personas detenidas, de las que 307 son menores de edad y ya fueron entregados a los padres de familia que acudieron durante el domingo y lunes por ellos. “Ciento 30 son mayores y el resto fueron consignados al MP”, explicó.
Según Castro Sifuentes, desde hace un mes este tipo de negocios invita a los jóvenes a través de las redes sociales a reunirse en estas fiestas en las que les regalan o les venden alcohol a los menores.
Los menores de edad fueron asegurados en el Centro Integral para Adolescentes, hasta donde acudieron los padres de familia a recoger a sus hijos.
Según el subdirector operativo de la Policía Municipal, la atención en ese lugar el sábado por la noche se dio por un aviso al 911 en el que informaban del desarrollo de una “tocada” en la que había menores de edad.
“Como saben, evidentemente este tipo de situaciones implica un delito por corrupción de menores; por eso acudieron algunas unidades, pero los organizadores les negaron la entrada y empezaron a agredir a los elementos policiacos”, comentó.