Inician operaciones semáforos inteligentes

Leslie Delgado

Los semáforos inteligentes instalados en intersecciones clave del bulevar Venustiano Carranza ya se encuentran en operación a partir de este jueves, con el objetivo de mejorar el flujo vehicular en esta transitada vía. Estos dispositivos fueron colocados en puntos estratégicos como las calles Chihuahua, Chiapas, Reynosa, Hinojosa, Canadá, así como en Avenida Universidad y Periférico Luis Echeverría.

La implementación de este sistema fue realizada por la empresa Semex, con una inversión de 12 millones de pesos. La tecnología avanzada de los semáforos permite gestionar el tránsito de manera más eficiente al detectar zonas con alta congestión y ajustar los tiempos de cada intersección de forma dinámica, lo cual se espera optimice el tráfico en un 20 por ciento.

Virgilio Verduzco, director de Obras Públicas, detalló que el personal de Semex estará monitoreando el desempeño de los semáforos durante los primeros días de operación para realizar ajustes según sea necesario. 

“Hoy se conectan ya los nuevos programas y empiezan a funcionar. El personal de la empresa estará monitoreando el desempeño de los semáforos para realizar ajustes y optimizar la programación”, explicó Verduzco. Comentó que la tecnología beneficiará especialmente en puntos críticos, como el cruce de la calle Canadá y el Periférico Echeverría, donde el sistema podrá responder en tiempo real a las condiciones del tráfico.

El director también destacó la importancia de esta medida ante el crecimiento del parque vehicular en la ciudad, con más de 50 mil vehículos que circulan diariamente por el bulevar Venustiano Carranza. A pesar de la imposibilidad de ampliar esta vía, el uso de semáforos inteligentes representa una solución viable para mejorar la movilidad, reduciendo los tiempos de espera en las intersecciones clave y aumentando la fluidez de la circulación.

Durante la primera semana de funcionamiento, el equipo de monitoreo realizará ajustes adicionales en la sincronización para alcanzar el rendimiento óptimo del sistema. Se estima que esta tecnología podría reducir los tiempos de espera y agilizar el tráfico en un 15 a 20 por ciento, una mejora significativa que responde a las demandas de movilidad de una ciudad en constante expansión.